El género Tillandsia, de la familia de las Bromeliaceae, está formado por unas 650 plantas epifitas no parásitas, todas ellas americanas, que en la naturaleza crecen sobre las ramas de árboles y arbustos y a veces también sobre rocas (litófitas), fijándose mediante raíces modificadas que sólo sirven para anclar fuertemente la planta sobre su huesped. Reciben el nombre de claveles de aire por carecer de raíces propiamente dichas. Tras millones de años de evolución se han adaptado a sobrevivir absorbiendo el agua y los nutrientes a través de los estomas de sus hojas.
Tillandsia aeranthos en el momento álgido de la floración, fotografiada día 9 de mayo. Está colgada de una rama de sabina, Juniperus phoenicia subsp. turbinata.
Tillandsia aeranthos en plena floración a mediados de mayo colgando de una rama de Quercus cerrioides. A la derecha de la imagen a unos metros de distancia se ve otra Tillandsia aeranthos sin flores colgando de un peral de San Juan. Ambas tienen ocho años de edad.
Otro clavel de aire colgado de una rama de una sabina, Juniperus phoenicea subsp. turbinata, fotografiado el día 21 de mayo.
Otro clavel de aire colgado de una rama de una sabina, Juniperus phoenicea subsp. turbinata, fotografiado el día 21 de mayo.
Se las suele dividir en Tillandsias verdes y Tillandsias grises por el color de sus hojas:
-Las
verdes viven en zonas tropicales y subtropicales muy lluviosas durante
todo el año y en general a la sombra o semisombra de los árboles sobre
los que habitan. Sus hojas carecen de tricomas y no soportan períodos
prolongados de sequía.
-Las
grises deben su color a la abundancia de tricomas que recubren sus
hojas. Habitan en zonas de clima tropical o subtropical subárido o
subhúmedo con períodos más o menos prolongados de sequía aunque con una
elevada humedad ambiental y en zonas de clima templado cálido semejante
al mediterráneo con una estación húmeda y una estación seca. Necesitan
más luz que las Tillandsias verdes y aunque prefieren la semisombra de
los árboles, pueden prosperar perfectamente a pleno sol, siempre que el
aire contenga una humedad más o menos elevada.
Tillandsia aeranthos sin flores. Pertenece a una variedad cultivada que no florece nunca. Al no producir semillas sólo se puede reproducir vegetativamente por brotes o hijuelos separados de la planta madre. La persona que me dio los brotes llamó hembra a la que da flores y macho a la variedad agámica.
Misma Tillandsia aeranthos de la primera foto vista desde el otro lado.
Tilladsia aeranthos anterior hace 8 años, en mayo del año 2006, la primera vez que floreció.
Mismo clavel de aire en abril de 2011 con los capullos florales a punto de florecer.
Detalle de los capullos florales anteriores.
A mediados de mayo las flores ya están completamente abiertas. En la naturaleza son polinizadas por los colibríes durante el día y por polillas nocturnas durante la noche.
Flores de Tillandsia aeranthos.
Otras flores de Tillandsia aeranthos a mediados de mayo.
Flores de Tillandsia aeranthos.
Otras flores de Tillandsia aeranthos a mediados de mayo.
Tamaño real de una inflorescencia de Tillandsia aeranthos.
Detalle de las flores de clavel de aire con una gotita de néctar en el fondo de cada flor.
Detalle de las flores de clavel de aire con una gotita de néctar en el fondo de cada flor.
Flor partida por la mitad con el detalle de sus órganos reproductores típicos de todas las bromeliáceas: tres sépalos rosados, tres pétalos azules, seis estambres con las anteras cargadas de polen amarillo y un pistilo más largo que los estambres con un estigma trilobado en el extremo. Para evitar la autofecundación la flor madura primero el estigma que se mantiene receptivo durante unos días. Pasado este tiempo, tanto si ha sido fecundado como si no, el estigma se cierra herméticamente y deja de ser receptivo, y entonces maduran las anteras de los estambres con abundante polen, que los colibríes y las polillas llevan a otras flores en fase femenina.
La Tillandsia aeranthos es uno de los claveles de aire más cultivados en todo el mundo. En esta imagen podemos ver numerosos ejemplares embelleciendo este balcón de una casa de la ciudad de Horta, capital de la diminuta isla de Faial del archipiélago de las Azores.
Viejos ejemplares de medio metro de diámetro cultivados en el magnífico Jardín botánico de Sóller en la isla de Mallorca.
La Tillandsia aeranthos es uno de los claveles de aire más cultivados en todo el mundo. En esta imagen podemos ver numerosos ejemplares embelleciendo este balcón de una casa de la ciudad de Horta, capital de la diminuta isla de Faial del archipiélago de las Azores.
Viejos ejemplares de medio metro de diámetro cultivados en el magnífico Jardín botánico de Sóller en la isla de Mallorca.
Uno de los claveles de aire anteriores en el que se ve el sencillo método de sujeción a la barra del emparrado.
Hoja de Tillandsia aeranthos cubierta de estomas de color verde rodeados de tricomas blanquecinos.
Estomas de Tillandsia aeranthos cada uno de los cuales está rodeado por un anillo de tricomas en forma peltada, es decir, de paraguas, pegado en el centro donde está la abertura del estoma. Los tricomas son pequeñas escamas muy higroscópicas que retienen y/o condensan la humedad ambiental o el agua de lluvia y la dirigen hacia el estoma, que la absorbe junto con los minerales disueltos en ella, es decir, realiza la misma función que las raíces.
En las Tillandsias grises de zonas semiáridas los estomas se cierran durante la noche para evitar que pierdan agua. El proceso de la fotosíntesis en estas plantas es de tipo CAM con una fase nocturna en la que los estomas se cierran y el CO2 se une temporalmente a C4 (vía de los cuatro carbonos), dando lugar a malato que se almacena en el interior de las vacuolas de la célula vegetal. Al salir el sol se inicia la fase diurna en la que el malato pasa de las vacuolas a los cloroplastos donde, con la energía de los rayos del sol, se transforma en piruvato y CO2, iniciándose así el ciclo de Calvin-Benson.
Hoja de Tillandsia aeranthos cubierta de estomas de color verde rodeados de tricomas blanquecinos.
Estomas de Tillandsia aeranthos cada uno de los cuales está rodeado por un anillo de tricomas en forma peltada, es decir, de paraguas, pegado en el centro donde está la abertura del estoma. Los tricomas son pequeñas escamas muy higroscópicas que retienen y/o condensan la humedad ambiental o el agua de lluvia y la dirigen hacia el estoma, que la absorbe junto con los minerales disueltos en ella, es decir, realiza la misma función que las raíces.
En las Tillandsias grises de zonas semiáridas los estomas se cierran durante la noche para evitar que pierdan agua. El proceso de la fotosíntesis en estas plantas es de tipo CAM con una fase nocturna en la que los estomas se cierran y el CO2 se une temporalmente a C4 (vía de los cuatro carbonos), dando lugar a malato que se almacena en el interior de las vacuolas de la célula vegetal. Al salir el sol se inicia la fase diurna en la que el malato pasa de las vacuolas a los cloroplastos donde, con la energía de los rayos del sol, se transforma en piruvato y CO2, iniciándose así el ciclo de Calvin-Benson.