sábado, 4 de mayo de 2013

Parc Natural de Llevant, un trocito de Paraíso

Su riqueza en endemismos botánicos es extraordinaria.

El Parc Natural de Llevant está situado en la costa este de la isla de Mallorca. Sus pendientes rocosas batidas por el incesante viento cálido y seco del sudeste que sopla directamente del Desierto del Sáhara, los vertiginosos acantilados verticales que se hunden bruscamente en el embravecido mar Mediterráneo y las maravillosas y paradisíacas playas de Cala Mesquida y Cala Torta con su finísima arena blanca como la nieve convierten este parque natural en un trocito de Paraíso. Su inaccesibilidad lo ha protegido de la insaciable codicia humana y se conserva intacto en toda su pureza como una de las zonas vírgenes más hermosas, salvajes y auténticas de Mallorca.

Ver salir el sol en este maravilloso lugar de ensueño, en este trocito de Paraíso llamado Cala Mesquida es una experiencia absolutamente impactante e inolvidable. Ante tanta belleza las neuronas segregan endorfinas a chorro y llenan nuestra alma de felicidad.

En las soleadas pendientes rocosas crece una planta adaptada a las salpicaduras de las olas, el Limonium minutum. El rocío matutino dejado sobre las rocas y las piedras y sobre la misma planta por la condensación de la brisa marina y las salpicaduras saladas de las olas del mar son casi su único aporte de agua en una costa semidesértica donde la lluvia es más bien escasa.

Limonium minutum con su forma típica en cojinete de monja, redondeado, aplanado y con las ramillas muy compactadas, que le facilitan la supervivencia en un lugar tan inhóspito.

Hojas de Limonium minutum. Se ven sobresaliendo los tallos secos de las inflorescencias del año anterior.

Flor de Limonium minutum a finales de junio.

 Este magnífico ejemplar de Hyoseris radiata crece en el angosto espacio entre dos grandes piedras.

Bellísimo ejemplar de Senecio rodriguezii, un endemismo balear de la família de las compuestas, estratégicamente protegido por las espinas de la también endémica Launaea cervicornis.

Vigoroso Senecio rodriguezii junto a un ejemplar de Limonium minutum.

Luminosas florecillas de Senecio rodriguezii junto a la endémica manzanilla de Mahón, Santolina chamaecyparissus subsp. magonica.

Launaea cervicornis, endémica de Mallorca, Menorca y Dragonera, con su típica forma en cojinete de monja junto a un ejemplar joven de Euphorbia paralias.

Hojas y espinas de Launaea cervicornis. Este endemismo de la familia de las compuestas aprendió a defenderse del ramoneo incesante del extinto antílope enano Myotragus balearicus, transformando sus tallos en temibles espinas parecidas a las cuernas de los ciervos y adoptando una forma redondeada a ras del suelo que al mismo tiempo le protege del azote constante del viento.

Florecillas de Launaea cervicornis en mayo, protegidas al igual que las hojas por las espinas que cubren todo el redondeado cojinete de monja. Un ejemplar en plena floración parece un firmamento repleto de estrellas.

El Cyclamen balearicum, única especie de cyclamen en territorio español, también vive entre las piedras de Cala Mesquida. El ejemplar de la imagen crece astutamente protegido por las espinas de otro endemismo, la zarzaparrilla balear, Smilax aspera subsp. balearica.

Euphorbia paralias y Limonium minutum. La evolución convergente les hace crecer con la misma forma redondeada y aplanada que les protege del viento, la sequía y la insolación.

 Magnífico ejemplar de Euphorbia paralias

Hojas lanceoladas y rígidas de Euphorbia paralias

Flores de Euphorbia paralias en junio.

 Me llevé una gran sorpresa al ver estas hermosas flores de Narcissus tazetta, pues nunca antes lo había visto en un espacio natural, siempre cultivado en jardines.

Sobre las pendientes con un poco de tierra de Cala Mesquida crece esta vegetación esteparia que es el hábitat de la bellísima Paeonia cambessedesii, endémica de Mallorca, Menorca y Cabrera.

Magnífica Paeonia cambessedesii en plena floración a principios de abril.

Espectacular flor de Paeonia cambessedesii.

Ovarios recien fecundados de Paeonia cambessedesii iniciando la maduración de las numerosas semillas de su interior.

Pendiente rocosa que acaba bruscamente en el mar con ejemplares de la endémica manzanilla de Mahón, Santolina chamaecyparissus subsp. magonica, que vive en Mallorca, Menorca, Ibiza y Cabrera. Como la mayoría de plantas de estas pendientes rocosas batidas por el incesante viento la manzanilla de Mahón también adopta una forma en cojinete de monja.

 
Llaman la atención las distintas coloraciones de las hojas de la manzanilla de Mahón con aproximadamente un 60% de ejemplares de color gris claro casi blanco, un 35% de color verde grisáceo  y un 5% de un color intermedio.

Inflorescencias de Santolina chamaecyparissus subsp. magonica en junio.

Estas pendientes rocosas azotadas por el viento marino son el hábitat de uno de los endemismos más bonitos de Mallorca y Menorca, la Aristolochia bianorii, una plantita diminuta y casi invisible que se esconde entre las grietas de las rocas. Sus florecillas tubulares vistas de cerca impactan por su bellísimo diseño.


En Cala Torta el agua del Mar Mediterráneo adquiere un intenso y espectacular color azul turquesa que impacta por su belleza y deja un recuerdo imborrable en la memoria.

De camino hacia la paradisíaca playa de Cala Torta la vegetación se hace algo más frondosa aunque persiste la forma redondeada y aplanada de las plantas. En esta imagen vemos uno de los más llamativos y típicos cojinetes de monja de Mallorca, Menorca y Cabrera, la leguminosa Astragalus balearicus.

Las temibles espinas sobresalen por encima de las hojas y las flores para protegerlas del ramoneo del antílope Myotragus balearicus, que tras su extinción hace unos 4.000 años fue sustituido por las cabras y las ovejas.

Detalle de las flores, las hojas y las espinas del Astragalus balearicus.

Otra leguminosa que ha adoptado la forma de cojinete de monja por convergencia adaptativa, aunque en este caso sin espinas, es el Dorycnium pentaphyllum de la imagen. Esta planta en un hábitat sin viento crece más alta y con las ramas menos compactas.

Otro ejemplo de convergencia adaptativa son estos ejemplares de olivillo, Phillyrea angustifolia, que han adoptado la forma en cojinete de monja para poder soportar el incesante viento.

En el caso de la Phillyrea angustifolia la convergencia ya no es sólo adaptativa (fenotípica a causa de la influencia del medio) sino que ha dado un paso más y ya es evolutiva (genotípica o grabada en los genes), pues los extremos de las ramas se han transformado en espinas más o menos punzantes. Los ejemplares de esta misma especie que crecen en las garrigas mediterráneas no tienen los extremos de los tallos transformados en espinas.

 Esta plantita es una de las más pequeñas de Mallorca. Su estrategia de supervivencia se basa en crecer a ras del suelo a la misma altura que las piedrecillas que la rodean. Es la diminuta Evax pygmaea, una compuesta pariente de los cardos. Su necesidad de sol directo e intenso la ha obligado a adaptarse a las zonas de paso de animales, hace milenios a las sendas abiertas por el Myotragus balearicus en su deambulación y ramoneo por las garrigas, estepas y rocas litorales y en la actualidad a los senderos creados por las pezuñas de las ovejas y las cabras asilvestradas y por los pies de los paseantes humanos, de manera que ser pisoteada no la perjudica en nada al carecer de tallo y estar rodeada de piedrecillas que amortiguan el peso de la pisada. Siempre la he visto en caminos y senderos a pleno sol, pues no soporta la más mínima sombra.

Otra planta diminuta que crece a ras del suelo en la misma zona rocosa litoral es la Frankenia hirsuta.

 Sus florecillas son muy bonitas vistas de cerca. Los pelos finos no aplanados ni espatulados y las flores agrupadas en el extremo de los tallos la identifican.

Ya cerca de la arena de la playa pero todavía sobre piedras y rocas crece este Rumex bucephalophorus con sus inflorescencias rojizas.

Otra planta rastrera compañera de hábitat de las anteriores es esta Sideritis romana.

Ya en la playa a pocos metros del agua crece esta Calystegia soldanella con sus hojitas asomándose sobre la arena.

Detalle de las hojas de Calystegia soldanella.

Flor de Calystegia soldanella en mayo.

Sobre los restos de Posidonia oceanica arrastrados por las olas sobre la finísima arena blanca de la playa había numerosas algas redondeadas como pelotas verdes de la especie Codium bursa.

Y para terminar aquí tenéis este video casero grabado con mi cámara Canon PowerShot SX200. Debo disculparme de antemano por su mala calidad, pero creo que con él os hareis una idea de la belleza paradisíaca de Cala Torta. ¡Ojalá las nuevas generaciones que nos van a sustituir en la administración de nuestro planeta puedan seguir disfrutando de estos trocitos de Paraíso!.
 (El video se ve mucho mejor sin ampliar)



25 comentarios:

  1. Juan, que preciosidades nos traes hoy. Todas las plantas me encantan y ese mar Mediterráneo, tan azul y luminoso. Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Una entrada magnífica, como todas, que me recuerda el agradable día que disfrutamos.
    Saludos!
    Matilde.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias por vuestros amables comentarios, Teresa y Matilde. Un abrazo a ambas.

    ResponderEliminar
  4. E$l video és la cirereta, el més impressionant, per mi, el narcís, milot xulo
    Ferran

    ResponderEliminar
  5. Moltes gràcies, Ferràn. Salutacions cordials.

    ResponderEliminar
  6. Un reportaje fantástico e interesantísimo que me ha encantado. Es una maravilla poder ir viendo todas esas especies que nos muestras con detalle y se nota la pasión que sientes por la naturaleza, lo transmites.
    El vídeo está muy bien!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias, Montse. Me alegro que te haya gustado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Álvaro Izuzquiza6 de mayo de 2013, 11:57

    Muchas gracias por compartirlo. Espectacular.

    ResponderEliminar
  9. Muchas gracias a tí, Alvaro. Me alegra saber que te ha gustado. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Cala Mesquida y Cala Torta desgraciadamente ya no forman parte del Parc natural de Llevant. En 2003, el gobierno balear decidió que solo eran dignas de protección las fincas públicas que hoy en día forman parte del parque natural, reduciendo la superficie protegida al 10% de la inicial. Reportages como el tuyo demuestran que esa reducción no tiene sentido, y que áreas como la que muestras deberían ser protegidas también.

    ResponderEliminar
  11. Gracias por la información, Anónimo. Esperemos que a nadie se le ocurra destruir estas dos calas cubriéndolas de cemento y asfalto. Sería un escándalo internacional.

    ResponderEliminar
  12. Maravillas que nos ofrece la naturaleza. Curioso también para mi los narcisos silvestres. Y sin duda es un lugar paradisíaco el que nos muestras hoy!!!

    Saludos

    ResponderEliminar
  13. Muchas gracias por tu comentario, Kumquat. Un saludo.

    ResponderEliminar
  14. Gracias por compartir esa maravilla de lugar. Un abrazo

    ResponderEliminar
  15. Gracias a tí, José Vicente. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  16. Muchas gracias por el premio Award, Juanjo. Me alegra saber que te gusta mi blog. El tuyo ya lo conocía y lo considero excelente. Tus fotos son fantásticas. Voy a añadirlo a la lista de Enlaces favoritos.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  17. Me ha encantado el artículo. Me ha llamado la atención lo de la Phillyrea angustifolia. Felicitaciones Juan.

    ResponderEliminar
  18. Juan, gracias por mostrarnos ese maravilloso rincón de Mallorca. Tus posts siempre se me quedan cortos.

    Un abrazo

    José Angel Campos

    ResponderEliminar
  19. Muchas gracias, José Angel.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  20. Hola! Enhorabuena por el blog, hace tiempo que lo sigo y siempre consigue sorprenderme. Escribo para hacer una petición personal, pues en pocas semanas visitaré la isla de Mallorca con otro amigo (ambos somos biólogos) y nos gustaría que nos recomendase alguna zona interesante de visitar desde el punto de vista botánico como la que describe en esta entrada. Nos gustaría tener más recursos, pero sólo disponemos de lo básico para dos jóvenes aventureros.

    Gracias de antemano por su respuesta.

    Un saludo, Grubial.

    ResponderEliminar
  21. Muchas gracias, Grubial:

    Si tuviera que recomendarles varios sitios desde el punto de vista botánico serían éstos:

    -Albufera de Mallorca.
    -Cap de Formentor.
    -Barranc de Biniaraix.
    -Torrent de Pareis.
    -Cala Mesquida y Cala Torta.
    -Cala Mondragó.
    -Bosque del Castell de Bellver.
    -Finca pública de Son Real.
    -Finca pública de Planicia.
    -Bosque de Na Burguesa.
    -Altiplano de Cúber.
    -etc...

    Espero que disfruten y se lleven un buen recuerdo de Mallorca. No se olviden de llevar una cámara fotográfica.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oh! Cuanta información. Muchas gracias, la cámara no se nos olvida jeje.

      Un saludo.

      Eliminar