Esta delicatessen ha sido mi postre este mediodía de sábado santo. Tiene tan buena pinta, es tan colorido y apetitoso, que a uno se le hace la boca agua.
Pulpa de Naranja sanguinelli.
Un postre sencillo, exquisito, vistoso, apetitoso, económico, un placer para el rinencéfalo y un descanso para el bolsillo.
Al aplastar entre los dientes un gajo de naranja combinado con un brotecito de hinojo sabe tan bien, es tan dulce y a la vez ácido y aromático que dentro de la boca es una explosión de sabores y aromas.
¡Buen provecho, amigos!
No he vuelto a saber nada de estas naranjas desde hace un montón de años. Recuerdo que me gustaba su sabor, aunque su color, me resultaba un poco desagradable, por su parecido con la sangre.
ResponderEliminarSaludos
Es verdad que su color da un poco de repelús, pero su exquisito sabor diferente al de las naranjas normales las hace deliciosas. Saludos.
EliminarTambién ami me gustan ,es una de mis ensaladas predilectas, dicen que tengo gustos raros........
ResponderEliminarEs un placer pasar por tu blog.
Un abrazo.
Maruxa
Muchas gracias, Maruxa.
EliminarUn abrazo.
Me seduce esta combinación ¡tiene que estar riquísima esa ensalada!
ResponderEliminarUn abrazo, Juan.
Lo está, Montse. Un abrazo.
EliminarCasi casi me llega el perfumes de esa naranja
ResponderEliminarMe alegro, Anastacia.
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