Joven nogal de Pecán, Carya illinoinensis, también llamado pecana o pacana, con sus hojas otoñales a finales de noviembre. A sus doce años es todavía un niño, aunque ya está a las puertas de la adolescencia. Es un árbol de la familia de las Juglandaceae originario de EEUU y México. En la naturaleza puede alcanzar los 40 metros de altura.
Otro nogal de Pecán, hermano del anterior, de 10 años de edad.
Otro nogal de Pecán, hermano del anterior, de 10 años de edad.
Son hijos de un ejemplar indiano, traido a Mallorca por un emigrante de Sóller, que se embarcó hacia América a principios del siglo pasado para escapar del hambre y la miseria que asolaba entonces Mallorca. Puerto Rico le acogió con los brazos abiertos. Trabajó duro durante cincuenta años y se enriqueció.
Cuando se jubiló le entró la morriña (anyorança), pensó que el mejor sitio del mundo donde acabar sus días era la bellísima isla blanca mediterránea que le vio nacer, recogió todo cuanto tenía y volvió, retornó, deshizo el camino andado cincuenta años atrás cruzando a la inversa el gran charco atlántico. Nada le ataba a Puerto Rico. No tenía hijos. El barco hizo una primera escala en Cádiz y al día siguiente reemprendió el viaje hacia Barcelona.
Estaba muy ansioso por llegar a Mallorca, pero no le quedó más remedio que pernoctar una noche en la Ciudad Condal. Estuvo tentado de acudir al casino barcelonés a gastarse unos cuantos dólares, pero no quiso jugar con el destino y su buena suerte y desistió. Cuando a puesta de sol el gran barco puso en marcha sus poderosos motores rumbo hacia su añorada isla, el indiano sintió una emoción incommensurable en el alma y se pasó las doce horas del trayecto sin dormir asomado a la borda. Su corazón de septuagenario latía alocadamente en su pecho y amagaba con estallarle en el pecho, mientras aspiraba con delectación el delicioso e inconfundible aroma del viejo Mediterráneo.
Y por fin, con las primeras luces del alba, apareció en el horizonte una manchita oscura flotando en un mar intensamente azul. Al viejo y exitoso emigrante, vestido con su impoluto traje de tela blanca americana, sus zapatos nuevos del mismo color y su caro sombrero Panamá cubriendo su cabeza, le saltaron las lágrimas de pura emoción. Ante sus ojos de encanecidas pestañas, que tanto mundo habían visto, se iba agrandando poco a poco la manchita de tierra caliza.
Y por fin, con las primeras luces del alba, apareció en el horizonte una manchita oscura flotando en un mar intensamente azul. Al viejo y exitoso emigrante, vestido con su impoluto traje de tela blanca americana, sus zapatos nuevos del mismo color y su caro sombrero Panamá cubriendo su cabeza, le saltaron las lágrimas de pura emoción. Ante sus ojos de encanecidas pestañas, que tanto mundo habían visto, se iba agrandando poco a poco la manchita de tierra caliza.
Ya lograba distinguir la escarpada costa mallorquina con sus pavorosos acantilados cortados a cincel desde las cimas de las altas montañas de la Serra de Tramuntana, con sus bases hundiéndose en un mar a ratos calmo a ratos embravecido, que echaba espumarajos al chocar una y otra vez contra las rocas, carcomiéndolas durante millones de años hasta formar profundas cuevas litorales, que hasta 1958 fueron el hogar de la extinta foca monje mediterránea.
El buque hizo escala en el entonces segundo puerto de mercancías y pasajeros de Mallorca, construido en la Bahía de Sóller, su pueblo natal. El indiano bajó por la pasarela de la gran nave mercante mirando y escuchando a las gentes del puerto. Intentaba reconocer sus rostros y entender su habla salada, pero ni les reconoció ni les entendió. A fuerza de no usarla había olvidado la entrañable lengua mallorquina que con tanto amor le había enseñado su madre. Su alma ya no era mallorquina, era portorriqueña. Pensaba en portorriqueño, sentía en portorriqueño, soñaba en portorriqueño y había amado profundamente a su difunta esposa americana con palabras de amor portorriqueñas.
En cuanto puso el pie sobre tierra mallorquina, se arrodilló sobre el suelo empedrado del muelle y la besó emocionado con lágrimas en los ojos. No recordaba a las gentes de su juventud ni la lengua de su madre, pero eso se solucionaría con el tiempo. Metió sus maletas en un destartalado taxi negro de los años cincuenta y le pidió al chófer que le llevase a Sóller. El pobre hombre no reconocía nada, todo había cambiado, las calles, las casas, las gentes. Entonces entristecido levantó la mirada hacia las montañas que rodean el valle, y ellas no habían cambiado, seguían siendo las mismas. Abrió la ventanilla del taxi y aspiró el aire del valle de los naranjos y comparó su aroma con el que guardaba como un tesoro en su memoria. Él tampoco había cambiado, continuaba oliendo igual, y entonces supo con certeza que había llegado por fin al pueblo que le vio nacer.
Compró un huerto de naranjos, se hizo construir una gran mansión de estilo colonial y en el jardín sembró una nuez de Pecán portorriqueña, como recuerdo de la lejana isla caribeña que le había acogido con los brazos abiertos y le había dado una oportunidad en la vida.
Ahora es un árbol descomunal que produce grandes cantidades de nueces largas y lisas, como huevos de paloma. Dos de ellas cayeron en la calle y yo las recogí y sembré en mi jardín. Los arbolitos que nacieron de ellas ya han cumplido uno doce años y el otro diez. Todavía no me han dado ningún fruto. Espero vivir lo suficiente para verlos tan imponentes y hermosos como su madre portorriqueña.
Ahora es un árbol descomunal que produce grandes cantidades de nueces largas y lisas, como huevos de paloma. Dos de ellas cayeron en la calle y yo las recogí y sembré en mi jardín. Los arbolitos que nacieron de ellas ya han cumplido uno doce años y el otro diez. Todavía no me han dado ningún fruto. Espero vivir lo suficiente para verlos tan imponentes y hermosos como su madre portorriqueña.
Edito esta entrada día 10 de mayo de 2020 para mostraros las primeras flores masculinas de mi nogal de Pecán.
Ya ha cumplido catorce años y esta primavera, por fin, ha abierto sus primeras flores. Como suelen hacer todos los nogales cuando entran en la adolescencia, durante dos o tres años el pecán sólo dará flores masculinas, como si se entrenase para convertirse en adulto. Cuando finalmente salga de la adolescencia y entre en la juventud, empezará a dar flores femeninas y nueces deliciosas.
Las inflorescencias masculinas son largos amentos colgantes formados por diminutas flores cargadas de polen, que el viento llevará hasta las flores femeninas de otros nogales para fecundarlas.
Bonita historia!
ResponderEliminarGracias, Concha.
EliminarHermoso relato
EliminarGracias, Irene.
EliminarMe ha encantado Juan. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Teresa.
EliminarUn cordial saludo.
Bonito tu reportaje.
ResponderEliminarHe comido nueces pacanas en el botánico la Concepción en Málaga. El árbol era joven. No tenía más de siete metros.
Son nueces muy buenas y por suerte ya se pueden comprar aquí.
Saludos
Se suelen vender en Navidad en bolsas y teñidas de rojo. Tienen un sabor muy suave.
EliminarSaludos.
Me ha encantado la historia y así nos has presentado tan maravilloso árbol. Un saludo desde Plantukis
ResponderEliminarMuchas gracias, Raúl.
EliminarUn saludo.
Hola Juan. Convencido de la inexistencia de pecanes accesibles en Mallorca, adquirí hace unos días unos 100g de nueces pecanas con la esperanza de que germinaran esta primavera. Qué grata sorpresa conocer la existencia de este maravilloso ejemplar y su historia.
ResponderEliminarHola Adrián:
EliminarTe recomiendo que las siembres enseguida, ya que pierden rápidamente la capacidad de germinación.
¡Suerte!
Hola Juan, preciosa historia. En cuanto a tus pecanes veo que crecen muy poco, debes aportarle zinc. Tengo un ciento de ellos en Cádiz injertados y comenzaron a dar alguna nuez a los 4 años. Gracias por tu maravilloso blog.
ResponderEliminarGracias, eberciano.
EliminarAl estar injertados con una yema de un árbol adulto es normal que tus pecanes te den frutos a los 4 años. Los míos son nacidos de semilla y deberán pasar por todas las fases: infancia, adolescencia, juventud, adultez, senectud...
Hola Juan:
ResponderEliminarA día de hoy, me llena de satisfacción poder informarte de que dos de las 20 nueces que sembré, hace 6 meses, !han germinado! Las adquirí en un supermercado, de estas que venden a granel. Supongo que por cuestiones de variabilidad genética la calidad del fruto será una incógnita. ¿Será preciso injertar estos ejemplares si deseo frutos aceptables? ¿O bien, en esta especie, se obtienen buenos frutos, aunque la reproducción sea sexual? Un cordial saludo.
Enhorabuena, Adrián.
EliminarLOs nogales, en general, no necesitan ser injertados para que den buenos frutos. Sólo se injertan para cambiar de variedad.
Un cordial saludo.
Considero muy arriesgado no injertar, dentro de 10 que es lo que tarfara en dar fruto te puedes llevar una desagradable sorpresa. Tengo mas de un centenar de ellos en Cádiz de kas variedades Mahan y Cherokee y al tercer año ya cogí algunas nueces. Saludos.
ResponderEliminarHola .acá en Argentina los maham dan muy buen resultado en la zona de entre Ríos .pero somos nuevos en esto no hay plantaciones antiguas .hace se empezó a exportar a China y demas
EliminarGracias por vuestros sabios consejos. Creo que optaré por ambas opciones: injertaré uno (a ver dónde consigo mudas... ¿Alguna idea Juan?) y confiaré en que el otro me sorprenda jeje. Saludos.
ResponderEliminarPues no, Adrián. Te deseo suerte.
EliminarSaludos.
Muy interesante. Tuve arboles de pacana,en La Palma, pero jamas dieron flores. Seria bueno que tambien les cuajaran los frutos. Un abrazo.
ResponderEliminarEso espero, Kaxkazuri.
EliminarUn abrazo.
Bella historia y con la presencia de un testigo en forma de árbol.
ResponderEliminarEspero poder ver las flores femeninas.
La emigración fue dura, pero genera estos impresionantes reencuentros.
Saludos.
Muchas gracias, Marcelo. Yo también confío en ver las flores femeninas y probar sus primeras nueces.
EliminarSaludos.
Hola yo tengo como 250 pecan de injertos algunos de 6 cm su nuez florecen muy jóvenes y al tercer año ya producen.perp cuando el injerto se seca el pie da frutos muy pequeños.por un incendio me ha pasado con muchos .quisiera saber en qué época se hacen los acodos aéreos funcionan ? Gracias desde argentina
ResponderEliminarEn general los acodos aéreos se hacen con el árbol en savia, es decir, desde principios de la primavera hasta mediados del verano. Si se hacen en otoño-invierno con las plantas dormidas o a punto de entrar en reposo invernal, no suelen enraizar. Un saludo.
EliminarHola Juan, es posible encontrar algúin vivero en Mallorca que venda este árbol? De ser así, que variedad se adaptaría mejor a nuestro clima (vivo por el Pla de Mallorca). Gracias y enhorabuena por tu blog!
ResponderEliminarHola Miguel: que yo sepa no lo venden en Mallorca, pero si buscas en google viveros extranjeros, seguro que lo encuentras. Escribe en buscar:" Carya illinoinensis order plant". Por ejemplo en esta web lo venden---> https://www.coldstreamfarm.net/product/northern-pecan-carya-illinoinensis/
EliminarUn saludo.
en el vivero de santa maria, aunque un arbolito pequeño vi que costaba 110€. Tambien tenian un par mas pequeños por 80€
EliminarEs más sencillo comprar semillas por internet.
Eliminarhola!
ResponderEliminarHace tiempo que lei esta bonita historia y he pasado varias veces por esta calle a ver el pecanero del que hablas. Hoy he pasado por allí de nuevo y las nueces estaban en su punto.
Despues de pedir permíso, a unos amables albañiles sollerics que trabajaban en la casa, me han dejado coger un puñado de nueces del mismo.
A ver si tengo suerte y germina alguna y continuamos con la bonita història de este gran arbol.
¿Crees que es buena idea guardar en frigorífico hasta febrero y luego sembrarlas?
Estas nueces, si se secan, pierden rápidamente la capacidad de germinación, por lo que conviene que las metas en una fiambrera llena de tierra vegetal ligeramente húmeda (la que venden en saquitos), las cubres con ella, le pones la tapa y la metes en el frigotífico en la parte baja hasta febrero. Es posible que entonces ya tengan una raiz. Tanto si ya han germinado como si no, las siembras en macetas individuales, mantienes la tierra húmeda y las dejas al sol. En abril o mayo germinarán. ¡Suerte!
Eliminarok
ResponderEliminarAsi lo hare, a ver si tengo suerte.
Muchas gracias por la història y por la respuesta.
¿Te has fijado que al lado del pecanero hay un castaño tambien muy grande? .
Imagino que no serà castanea sativa,
el suelo estaba lleno de castanyes bordes.
Es un castaño de Indias, Aesculus hippocastanum. Sus castañas no son comestibles.
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