La cochinilla del carmín, Dactylopius coccus, es un pequeño insecto originario de México parásito de los cactus del género Opuntia. Antes de la aparición de los colorantes sintéticos fue ampliamente criada para obtener el colorante rojo carmín, también llamado grana cochinilla, rojo natural 4, crimson lake, nocheztli o simplemente E120. El carmín ya era usado por los indios prehispánicos para teñir sus ropas y cabellos, colorear las pinturas murales de sus palacios y edificios religiosos y maquillar la cara de los sacerdotes.
A principios de mayo del año 2007 visité por primera vez la bellísima isla canaria de La Palma. Tras disfrutar de la exuberante vegetación de la mitad norte de la isla me dirigí hacia el sur, mucho más seco y caluroso. En Tazacorte aparqué el coche junto a un bar donde tomé un café muy bueno con unas pastas canarias. Cogí luego mi querida cámara compacta y me dispuse a fotografiar todas las plantas interesantes que había en las calles, jardines y huertos de aquella hermosa villa.
Lo primero que me llamó la atención fueron unos helechos asilvestrados de la especie Pteris vittata que crecían en las grietas de unas rocas que bordeaban una calle. Unos metros más allá, en una curva muy cerrada, había una vigorosa Opuntia ficus-indica cultivada en un huerto particular, cuyas palas parecían cubiertas de nieve. En cuanto me acerqué supe enseguida que se trataba de la famosa cochinilla del carmín. No la había visto nunca y mi alegría fue muy grande. Por suerte las palas estaban a la altura de mi cabeza y no me fue dificil tomarles unas cuantas fotos. El único problema eran los coches que circulaban a gran velocidad en pleno casco urbano y al no haber cuneta ni acera tomaban la curva casi pegados al muro del huerto. Con gestos poco amigables hacían sonar el claxon y me increpaban furiosos. Tenían toda la razón, pero yo no me podía ir de La Palma sin unas cuantas fotos de estos animalitos tan famosos. Tras más de 50 años ingiriendo el colorante de sus abdómenes por fin veía su fuente.
Polos y helados color fresa, yogures color fresa, mermeladas de fresa, cereza y frambuesa con carmín añadido para reforzar el color rojo, la gelatina roja, el famoso licor Campari, el vermout Martini Rosso, algunos embutidos, los sustitutos de la carne de cangrejo, los caramelos rojos, los famosos m&m's de chocolate, las gominolas y otras chucherías, los cereales Kelloggs con sabor a fresa, los zumos de frutas rojas, algunas salsas de tomate, las grageas y cápsulas medicinales teñidas de rojo, los jarabes expectorantes y antitusivos con sabor y color a fresa, los jarabes antibióticos para niños de color rojo, pastas dentífricas rojas, elixires bucales rojos y otros muchos productos alimenticios, farmacéuticos y cosméticos, como pintalabios, sombra de ojos y polvos rosados de maquillaje, llevan el colorante rojo carmín de la cochinilla Dactylopius coccus.
Polos y helados color fresa, yogures color fresa, mermeladas de fresa, cereza y frambuesa con carmín añadido para reforzar el color rojo, la gelatina roja, el famoso licor Campari, el vermout Martini Rosso, algunos embutidos, los sustitutos de la carne de cangrejo, los caramelos rojos, los famosos m&m's de chocolate, las gominolas y otras chucherías, los cereales Kelloggs con sabor a fresa, los zumos de frutas rojas, algunas salsas de tomate, las grageas y cápsulas medicinales teñidas de rojo, los jarabes expectorantes y antitusivos con sabor y color a fresa, los jarabes antibióticos para niños de color rojo, pastas dentífricas rojas, elixires bucales rojos y otros muchos productos alimenticios, farmacéuticos y cosméticos, como pintalabios, sombra de ojos y polvos rosados de maquillaje, llevan el colorante rojo carmín de la cochinilla Dactylopius coccus.
Pequeñas colonias de hembras de cochinilla del carmín sobre una pala de Opuntia ficus-indica. Ampliando las fotos con un doble click se ven mejor los detalles.
Tras unas décadas de declive vuelve a aumentar el interés por este invertebrado. El rechazo cada vez mayor a los colorantes químicos, sobre todo en la industria alimenticia, y el reciente auge de los métodos naturales de lucha biológica para el control de las plagas han hecho resurgir estos criaderos de cochinillas sobre todo en Perú que produce el 84% de la demanda mundial, seguido por las Islas Canarias con el 8%, Chile con el 6% y Bolivia con el 2%. Se exportan tanto el colorante como las ninfas vivas de Dactylopius para ser usadas en el control biológico de los cactus del género Opuntia, que han invadido extensas regiones del planeta. Estas plantas americanas, al no tener enemigos naturales fuera de centroamérica y sudamérica, se asilvestran con facilidad en los países donde son introducidas y llegan a ocupar miles de hectáreas, imposibilitando el pastoreo y cultivo de estas tierras y poniendo en serio peligro la flora autóctona que no puede competir con estas plantas alóctonas tan agresivas. La infestación intencionada de las opuntias con ninfas de cochinilla, es decir, su utilización como contraplaga, parece obtener resultados espectaculares, logrando reducir su crecimiento y expansión hasta niveles soportables para el ecosistema.
Colonia de hembras de cochinilla del carmín en diferentes etapas de crecimiento. Tanto los machos como las hembras se alimentan de la savia de las opuntias. Para llegar a ella perforan la cutícula de las palas con un estilete bucal en forma de aguja para inyectables y sorben así la rica y nutritiva savia de estas cactáceas americanas a las que debilitan y acortan la vida. Las opuntias severamente infestadas languidecen rápidamente y mueren a los pocos meses, no superando en ningún caso los seis años.
Otra colonia de hembras de Dactylopius coccus. Este insecto tiene un dimorfismo sexual muy marcado. Los machos son pequeños y alados. Alcanzan la madurez unas semanas antes que las hembras y vuelan durante la noche de pala en pala a la búsqueda de hembras receptivas, las cuales carecen de alas y permanecen toda su vida en la misma pala. Cuando encuentran una hembra madura la estimulan con sus patas delanteras y si ella acepta al macho, entonces éste se sitúa a un lado de la hembra, busca una de las dos aberturas genitales que tiene ésta bajo su abdomen, introduce el esperma y fertiliza los huevos del ovario del mismo lado. Pasa luego al otro lado y repite los mismos pasos para fertilizar los huevos del otro ovario. Entonces la hembra grávida aumenta rápidamente de tamaño y su voluminoso abdomen se llena de huevos rodeados de carmín, el cual resulta ser un veneno mortal para sus depredadores naturales, sirviéndole de esta manera como protección para no ser devorada.
Cuando los huevos están maduros salen del aparato genital de la hembra y entran en una especie de marsupios o bolsas formadas por expansiones membranosas que la hembra tiene en la cara ventral de su abdomen, donde eclosionan y alcanzan la fase de ninfas. Finalizada esta etapa la hembra "pare" las ninfas sobre la penca o pala de la opuntia y éstas empiezan a succionar savia para aumentar de tamaño.
Ampliando la foto con un doble click se pueden ver pequeñísimas ninfas recien paridas alrededor de sus madres. Cuando han alcanzado un cierto tamaño segregan unos filamentos cerosos parecidos a los de las semillas de álamo y esperan pacientemente a que una ráfaga de viento las levante y las lleve hasta otra opuntia. En esta fase reciben el nombre de ninfas migrantes y su sistema de transporte por el viento se llama anemocoria, muy usado por las semillas de muchas plantas. Si logran caer sobre una pala, bien de la misma opuntia o de otra más lejana, perforan la cutícula con su estilete bucal y empiezan a alimentarse y a aumentar de tamaño hasta alcanzar la madurez, momento en que son fecundadas durante la noche por un macho volador venido de otra opuntia y vuelta a empezar su ciclo de la vida.
Imagen cercana de varias cochinillas del carmín llenas de huevos con sus cuerpos cubiertos de escamas cerosas blancas que las protegen de los rayos solares. A la derecha se ven varias ninfas diminutas recien nacidas con largas patas que les permiten desplazarse por la opuntia a la búsqueda de una pala no infestada. Si no encuentran un buen lugar en la misma opuntia, entonces se transforman en ninfas migrantes y vuelan con la ayuda del viento hasta otra opuntia.
Si se aplasta con los dedos una cochinilla adulta resulta estar llena de huevos inmersos en carmín líquido de un vivo color rojo sangre. Las manchas que quedan en los dedos tardan varios días en desaparecer.
La sustancia que da el color rojo al carmín es el ácido carmínico. Este colorante se obtiene secando a las hembras grávidas al sol tras arrancarles por fricción las escamas cerosas blancas que las protegen de los rayos solares, es decir, son despellejadas y cocidas vivas. Una vez secas son trituradas para convertirlas en un polvo rojo. Este carmín en bruto se puede comercializar tal cual o bien se puede purificar a través de varios procesos químicos hasta obtener ácido carmínico con un elevado grado de pureza. Lógicamente a mayor pureza mayor es el precio alcanzado en los mercados. El mejor carmín contiene un 22´5% de ácido carmínico y recibe el nombre de carmín premium, le siguen el carmín de primera con un 19´5% y el carmín de segunda con un 10% de pureza.
Otra colonia de hembras de Dactylopius coccus. Este insecto tiene un dimorfismo sexual muy marcado. Los machos son pequeños y alados. Alcanzan la madurez unas semanas antes que las hembras y vuelan durante la noche de pala en pala a la búsqueda de hembras receptivas, las cuales carecen de alas y permanecen toda su vida en la misma pala. Cuando encuentran una hembra madura la estimulan con sus patas delanteras y si ella acepta al macho, entonces éste se sitúa a un lado de la hembra, busca una de las dos aberturas genitales que tiene ésta bajo su abdomen, introduce el esperma y fertiliza los huevos del ovario del mismo lado. Pasa luego al otro lado y repite los mismos pasos para fertilizar los huevos del otro ovario. Entonces la hembra grávida aumenta rápidamente de tamaño y su voluminoso abdomen se llena de huevos rodeados de carmín, el cual resulta ser un veneno mortal para sus depredadores naturales, sirviéndole de esta manera como protección para no ser devorada.
Cuando los huevos están maduros salen del aparato genital de la hembra y entran en una especie de marsupios o bolsas formadas por expansiones membranosas que la hembra tiene en la cara ventral de su abdomen, donde eclosionan y alcanzan la fase de ninfas. Finalizada esta etapa la hembra "pare" las ninfas sobre la penca o pala de la opuntia y éstas empiezan a succionar savia para aumentar de tamaño.
Imagen cercana de varias cochinillas del carmín llenas de huevos con sus cuerpos cubiertos de escamas cerosas blancas que las protegen de los rayos solares. A la derecha se ven varias ninfas diminutas recien nacidas con largas patas que les permiten desplazarse por la opuntia a la búsqueda de una pala no infestada. Si no encuentran un buen lugar en la misma opuntia, entonces se transforman en ninfas migrantes y vuelan con la ayuda del viento hasta otra opuntia.
Si se aplasta con los dedos una cochinilla adulta resulta estar llena de huevos inmersos en carmín líquido de un vivo color rojo sangre. Las manchas que quedan en los dedos tardan varios días en desaparecer.
Algunas personas desarrollan alergia a este colorante. Los pintalabios son especialmente peligrosos. La amplia utilización del carmín en multitud de alimentos, bebidas, medicamentos y cosméticos hace casi imposible evitar la exposición al alérgeno.
También los vegetarianos estrictos tienen un serio problema con este colorante. Se ven forzados a leer detenidamente las etiquetas de los componentes de todos los alimentos y bebidas, especialmente los que tienen un sospechoso color rojo, donde con suerte sus fabricantes se limitan a poner "colorante natural E120".
También los vegetarianos estrictos tienen un serio problema con este colorante. Se ven forzados a leer detenidamente las etiquetas de los componentes de todos los alimentos y bebidas, especialmente los que tienen un sospechoso color rojo, donde con suerte sus fabricantes se limitan a poner "colorante natural E120".
La sustancia que da el color rojo al carmín es el ácido carmínico. Este colorante se obtiene secando a las hembras grávidas al sol tras arrancarles por fricción las escamas cerosas blancas que las protegen de los rayos solares, es decir, son despellejadas y cocidas vivas. Una vez secas son trituradas para convertirlas en un polvo rojo. Este carmín en bruto se puede comercializar tal cual o bien se puede purificar a través de varios procesos químicos hasta obtener ácido carmínico con un elevado grado de pureza. Lógicamente a mayor pureza mayor es el precio alcanzado en los mercados. El mejor carmín contiene un 22´5% de ácido carmínico y recibe el nombre de carmín premium, le siguen el carmín de primera con un 19´5% y el carmín de segunda con un 10% de pureza.
Así pues resulta que las mujeres se pintan los labios y el contorno de ojos con las entrañas de cochinillas grávidas, las telas ecológicas son teñidas de un bellísimo color rojo sangre con cochinillas grávidas, cuando mascamos un chicle rojo estamos machacando entrañas de cochinillas grávidas, cuando saboreamos una jugosa hamburguesa bien roja o un delicioso helado de frutas del bosque nos estamos comiendo las entrañas de cochinillas grávidas y cuando nos enjuagamos la boca con un elixir rojo empapamos nuestros dientes, lengua, paladar, encías y garganta con entrañas de cochinillas grávidas. Uffff, esperemos que los huevos no eclosionen en nuestros intestinos y las ninfas no se metan en un marsupio equivocado de nuestra anatomía.
¡¡¡Felices sueños, amigos!!!
¡Hola Joan!
ResponderEliminarUna entrada muy interesante. La primera vez que vi la cochinilla, fue aquí en Valencia en el PArque Natural de la Calderona. Posteriormente la he visto en la Palma y en Tenerife. Vi una muestra de cohinilla desecada en el museo de la seda de El Paso, el único lugar de España donde se trabaja la seda artesanalmente en España con el proceso completo y tintes naturales como éste.
Un saludo.
Disculpe puede explicar bien sobre que se refiere ¿el control biológico?
EliminarEstá escrito en la entrada: utilizar las cochinillas para parar los pies a las opuntias que se comportan como invasoras.
Eliminar¡Lo que son las coincidencias! Ayer mismo ví en Marbella una extensa chumbera cubierta de blanco. Me imaginé que alguien le había puesto algún producto para secarla o algo así, yo no sabía nada sobre la cochinilla, y hoy me encuentro este magnífico artículo en el blog.
ResponderEliminar¡Lo que he aprendido!
Y mañana me voy a hacerle fotos a las susodichas.
Muchas gracias.
Muchas gracias, Fernando y Manuel.
ResponderEliminarFernando, la próxima vez no me perderé este museo de la seda.
Manuel, espero que mañana disfrutes mucho fotografiando a estos curiosos animalillos.
Un abrazo a ambos.
¿Sólo 66,484 (66 coma 484) visitas? ¡Casi 65! Es demasiado poco para tal encyclopedia.
ResponderEliminarMuy interesante el tema. Sabía algo, pero ahora, un tanto más.
ResponderEliminarSaludos...Miguel.
hola llevo 20 años cojiendo cochinilla y nunca abia visto ni savia que era o es su utilida solo que era para pintalvios y nada mas y esto me a dicho mas de ella que en 20 año que llevo cojiendola mas bien mi interes en ella era y es economica dicho esto gracias por ello,,,,,,,,,,,,
ResponderEliminarMuchas gracias, François-Luc, Miguel y Roberto. Me alegra saber que os ha gustado este artículo.
ResponderEliminarUn cordial saludo desde Mallorca.
BUENA PUBLICACIÓN.
ResponderEliminarSoy de La Palma y de pequeño también recogía cochinilla de las tuneras(Penqueras en peninsular, Jejee)y Joan a tus palas las llamamos "penca" y al fruto "tuno" o "higos picos" en otras islas. Bueno algo de cultura popular viene bien.
Estaba buscando algo de información sobre la cochinilla y partes de aquí me vienen bien. La verdad que parece mentira que mucha gente no sepa sus propiedades y como bien decía Fernando, aquí en La Palma se utiliza para la seda, y muchas otras cosas.
Un saludo.
Muchas gracias, Jony campe. El nombre de higos picos no lo conocía.
ResponderEliminarUn saludo
Fascinante artículo! Y las fotos buenísimas, muchas gracias por compartir.
ResponderEliminarMuchas gracias, Miss Trudy. Eres muy amable.
ResponderEliminarUn saludo
Que padre información suele ser muy interesante al igual que las imagenes q le agregaron, muy buena entrada y perfecto sierre...articulo fantastico muy util y gracias por haverlo compartido......¡¡¡¡GRACIAS!!!!!
ResponderEliminarGracias a tí, vaga98. Eres muy amable. Un saludo.
ResponderEliminarExcelente para todos los amigos del por delas cosas , amantes del conocimiento aplicado por supuestos parasitos que los considerabamos inutiles.
ResponderEliminarBuenos dias. En arboles de aguacate en el tronco aparece unas formaciones de un polvo blanco, que clase de plaga es y con que puedo combatirla.
ResponderEliminargracias, Jesus L
Muchas gracias por el artículo. Muy muy interesante. La zona en la que vivo hay muchas chumberas. No sabía nada de estos "animalitos". Gracias :)
ResponderEliminarHola Juan, magnifico articulo y estupendas fotos,gracias por compartir tus conocimientos sobre un tema que me tiene preocupado,en mi finca tengo varios pencales o chumberas que dan unos frutos muy dulces y sabrosos(el incombeniente las espinas).hace unos cuatro años no se conocia esta plaga por aqui, y ya esta por todas partes ,¿hay alguna manera de combatirla?
ResponderEliminarHola Miguel: Pues no te puedo ayudar en esto. Sería una contraplaga de una plaga. Me imagino que en México tiene algún depredador natural, però ignoro todo sobre este tema. Lo que si es seguro que existe algún tratamiento químico con algún insecticida. A lo mejor si buscas en internet o escribes a alguna universidad mexicana te podrán informar. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Liberato. En cuanto pueda le echaré un vistazo. Un cordial saludo.
ResponderEliminarFELICIDADES POR LA PUBLICACIÓN, ME HA SERVIDO DE AYUDA. NECESITABA SABER CUAL ERA LA RAZÓN DE LA ENFERMEDAD DE LOS POBRES CÁCTUS DEL TURÓ DE LA ROVIRA EN BARCELONA. NO HE VISTO COCHINILLAS, PERO SÍ ESOS RASTROS BLANCOS Y A LOS CÁCTUS ENFERMAR EN CUESTIÓN DE MESES. UNA VERDADERA LÁSTIMA. ¿NO SE PUEDEN FUMIGAR?
ResponderEliminarGracias, Anónimo. Pues supongo que si se pueden fumigar pero yo no sé nada de pesticidas.
EliminarMe encanta el artículo, como todo lo que voy leyendo en este blog desde hace años. A ver si un año de estos me escapo a Sóller.
ResponderEliminarMuchas gracias, José Vicente.
EliminarCosas Sorprendentes que Tiene nuestra Naturaleza ♥
ResponderEliminarAsí es, Lilyan.
EliminarExcelente articulo.
ResponderEliminarwww.chumbos.es
Gracias, Chumbos.
EliminarSALVEMOS LAS PALETAS CHUMBERAS
Eliminar¿Cómo evitar la desaparición de las chumberas en Almería?
Desde hace unos años vemos cómo la cochinilla del carmín está acabando, de una forma agónica, con las paletas chumberas en nuestra provincia.
No parece que sea fácil solucionar este problema, solo hay soluciones parciales y poco efectivas. Se da el caso de que un agricultor se ocupe de controlar la plaga en su finca pero, al cabo de unos días, las paletas están como antes. La razón es muy sencilla, en la finca del vecino no se han tratado y de allí vienen las “ ninfas migrantes “que las vuelven a contagiar.
Hemos analizado estos insectos y la forma de reproducirse. Hay tres individuos:
Hembras adultas, con patas y fijadas a las paletas.
Machos, con alas de color blanco, y
Ninfas migrantes, son hembras jóvenes envueltas en una masa algodonosa, parecida a lo que desprenden los álamos. El viento las desplaza en busca de una paleta sana para fijarse a ella.
La reproducción: 2 o 3 veces al año, con 80 crías cada vez.
Ahora viene lo importante, si pudiéramos impedir que las ninfas se pusieran en contacto con las paletas sanas, el problema estaría resuelto, al menos para aquellas que podamos proteger.
Aquí está la clave, pues bien, esta es nuestra propuesta:
1.-Seleccionar una zona de la finca con paletas contaminadas, y limpiar completamente, si no es posible, cortar y enterrar en otro sitio.
2.-Hacer una especie de invernadero con una pequeña estructura y cubrirla con una malla (rafia blanca mosquitera) en la zona anterior, que queremos proteger, de forma que no puedan entrar las ninfas en busca de las paletas sanas.
3.-Las paletas salvadas de la cochinilla, ya sean viejas limpias o las nuevas que vayan naciendo, crecerán en perfectas condiciones con sol, aire y humedad ya que la malla es transparente y transpirable. En conclusión, creemos que se puede conseguir nuestro objetivo y podremos seguir disfrutando de los ricos chumbos.
Muchas gracias por difundir este informe………
Es muy buena idea, para poquitas chumberas, gracis
EliminarQuizás se debería proponer a los ayuntamientos que se ocupen del problema, o tambien podeis montar una empresa de colorante a base de cochinilla e ir cogiéndolas por la Provincia
EliminarYo vengo sosteniendo durante 2 años una lucha mecánica y natural contra las colonias invasoras. Periodicamente (cada 15 o 20 limpio con agua a presion todas las paletas con presencia de nuevas cochinillas invasoras). La batalla es ardua, sobre todo desde mayo a octubre,pero se va consiguiendo mantenerlas chumberas a salvo. La cuestión es:¿Hasta cuando?
ResponderEliminarCon paciencia y constancia lo conseguirás. Saludos.
EliminarEs es lo bueno de compartir. Aprendes un montón. Fíjate, la cohicnilla algodonera...
EliminarYo llevo luchando 5 años contra la cochinilla y de momento voy ganando la batalla. En México la pala o chumbera mejor conocidas como nopalera se aprovecha toda ya que se come tanto el fruto como su penca. La única manera que he encontrado para mantenerlas a salvo es no dejar que la nopalera se haga muy grande para poder retirar manualmente la cochinilla con una servilleta, brocha o cepillo. Si retiramos la cochinilla en cuanto aparece no es complicado controlarla he incluso con una vez al mes que controles es suficiente. Lo segundo rociar la planta o lavarla con jabón potásico(es ecológico) y una brocha de esta manera podemos comer la penca y tuna si ningún problema. Espero tener bajo control a la cochinilla y disfrutar de mis nopales mucho tiempo más. Saludos
ResponderEliminarMe parece estupendo que evites utilizar pesticidas. Saludos.
EliminarTe felicito por el artículo, Juan.
ResponderEliminarUn saludo desde Málaga.
Muchas gracias, Joaquin.
EliminarUn saludo desde Mallorca.
Serà una planta invasora...pero ha matado mucha hambre...
ResponderEliminarTe doy toda la razón, Antonio. En las zonas predesérticas saharianas del Magreb prospera magníficamente con poquísima lluvia y da excelentes cosechas tanto de nopalitos como de higos. Un saludo.
EliminarPor Murcia hace ya años que la plaga se extendió de forma impresionante, acabando con un importante número de chumberas. Puede ser bienvenida para las zonas de monte invadidas, pero poco deseable para la gente que consumía sus chumbos. Siempre había existido, pero mi sensación es que los inviernos más suaves de los últimos años no corta su ciclo totalmente y la población se multiplica más rápidamente al contar con más individuos que sobreviven al invierno.
ResponderEliminarEn cuanto a los remedios, el jabón potásico puede ser una buena solución. Los insecticidas sistémicos son más expeditivos pero poco ecológicos y algunos peligrosos. Saludos
Te doy toda la razóm, Antonio. El cambio climático está cambiando los ecosistemas a una velocidad inasumible para la naturaleza. Nos estamos tropicalizando a marchas forzadas.
EliminarUn cordial saludo.
Hola tod@s.
ResponderEliminarAquí, en el municipio de Sentmenat, Barcelona, he observado que la chumbera que tengo está repleta de cochinillas. Por lo que he leído, sólo me queda esperar que esta bella planta se pudra y muera.
Ya no podré hacerme los ¨cubatas¨de vodka con zumo de higo chumbo, que están buenísssssimos.
Una pena.
Saludos.
Diego.
Pues lo siento, Diego. Se ve que la cochinilla ha tenido una expansión meteórica.
EliminarSaludos.
Cubatas de vodka con zumo de higo chumbo!!!!???
EliminarAquí en Andalucia no se conocía, pero de tres años paraca, se están perdiendo todas y es una pena.
ResponderEliminarVaya panorama, pues.
EliminarYo crecí en un cortijo de Málaga rodeado de chumberas, o paletas como llaman en otros lugares. En julio y agosto casi cada día desayunabsmos con chumbos y un trozo de pan, había que hidratarsr bien para evitar el atasco, pero alguna vez ocurría.
ResponderEliminarPara los animales también era un buen alimento, sobre todo el cerdo de engorde que se le daba mezclado con salvado.también a las cabras se les cortaban las pencas o paleras en otoño-invierno cusndo escasean los pastos e las hierbas para ellas.
Ahora, al contemplar el desastre slbrrvrnido sobtr lad chumberas en todo el mediterraneo, de Algeciras al golfo de Rosas, siento una inmensa tristeza, includo impotencia al ver que nadie hsce nada por salvar a esa especie wue tanto bien nos ha dado con sus productos.
Hola Antonio:
EliminarTus recuerdos sobre las chumberas son entrañables. Yo también guardo muy buenos recuerdos.
Es una verdadera pena que esta plaga de cochinilla las esté diezmando. Se va a perder toda una cultura. Los higos chumbos y los higos de las higueras ayudaron a sobrevivir a nuestros abuelos y nuestros padres.
Un cordial saludo.
Felicidades por este texto, magníficamente redactado
ResponderEliminarMuchas gracias, eee.
EliminarVendo cochinilla de tenerife, 500 kg!
ResponderEliminarGracias por tu articulo,soy maquilladora y es de gran importancia saber que ingrendientes tiene to el mundo de la cosmetíca. Un abrazo saludos desde Colombia
ResponderEliminarUn abrazo, yunsi.
EliminarInteresante artículo...Muchas gracias!!!
ResponderEliminarEn Ibiza tenemos el mismo problema. Duele ver que no se esta haciendo algo al respecto.
Por mi parte voy a seguir trabajando para conservar las chumberas ( en Ibiza "figueres de pic") de casa.
En ibiza los frutos de las chumberas se llaman "figues de pic" (higos de pinchos).
Un saludo
En Mallorca, figueres de moro i figues de moro.
EliminarUn saludo
hola mi nombre es rubi ,soy de peru
Eliminarquiero comentarte que lo e leido siendo las 17:04 y pues todo okey todo perfecto pero... la parte final JAJAJA , dejame decirte que no podre dormir
GRACIAS POR LA BUENA INFORMACION ¡
Lo siento, Unknown. Espero que sí duermas, y gracias.
EliminarMe ha encantado el artículo, muy fuerte didáctico, riguroso, completo y entretenido. Enhorabuena. A ver si podemos aprovechar a pequeña escala el carmín que producimos. Aunque sea destripando, machacando y tragando hembras grávidas de semejantes bichos
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge.
EliminarTodo tiene su cara y su cruz. Yo nací en un pueblo de la Alpujarra granadina y desde siempre me han gustado los chumbos (diría que ya en el vientre de mi madre me acostumbré a su dulzor cuando ella comiese).
ResponderEliminarEl caso es que yo también observé durante años la aparición de esa plaga, me interesé y supe que aplicando jabón potásico se podía evitar o al menos contenerla.
Pero era de esperar que era una batalla perdida: la cochinilla es más constante, abundante y efectiva que la concienciación de propietarios y autoridades por combatirla. Sólo en algunos reductos quedan sin infestar, pero no todas las chumberas dan fruto de igual calidad/sabor.
Por último decir que hace pocos años me enteré de una especie a la que no le afecta la cochinilla: da chumbos "blancos" (en realidad son verde amarillentos) y están muy buenos. He puesto en varios sitios para que crezcan. Si alguien está interesado en obtener alguna 'pala' podemos hablar.
Un saludo a tod@s y mi efusiva enhorabuena al gran maestro Juan Bibiloni.
Ah...! Me llamo Francisco Mingorance.
EliminarMuchas gracias por tu interesante aportación, Francisco. A mi también me encantan los higos chumbos. ¿La chumbera de frutos blancos podría ser Opuntia amyclaea? ---> https://jardin-mundani.blogspot.com/2011/07/la-corona-de-espinas-de-medina-sidonia.html
EliminarA esto querido compañero, lo viví yo muy de cerca. Un desastre.
ResponderEliminarTe creo, Kaxkazuri. Un saludo.
Eliminar