sábado, 26 de enero de 2019

Injerto Secuencial Doble de Tres Estacas de Higuera

Yo creo sinceramente que a mi avanzada edad ya estoy chocheando, amigos. De no ser así no se me hubiera ocurrido hacer este experimento, digamos loco o imposible, que sólo un milagro puede convertir en exitoso. Ahora os lo explico.

 Hará unos quince años compré por internet estas tijeras de injertar, especiales para hacer cortes perfectos de tres tipos o formas en ramillas del mismo grosor: OMEGA, UVE y CHIP.  Aquí tenéis el enlace al sitio web dónde las compré---> Professional Grafting Pliers. Es posible que este sitio ya no esté operativo, aunque sigue tal como estaba hace tres lustros. Probad de buscar estas tijeras en google. Puede que encontréis alguna web actualizada en la que podáis comprarlas con la Visa.

Las tijeras vienen con tres cuchillas intercambiables. La de la imagen es la del corte Omega.

 El corte Omega es una pasada de bonito.

Los dos cortes quedan tan bien encajados que casi no se mueven, y basta un simple atado para fijar los dos fragmentos de estaca.

 Y aquí empieza el experimento. Mi loca idea consiste en conseguir que tres fragmentos de estaca de diferentes variedades de higuera, una de ellas de cabrahigo silvestre, se fusionen entre sí en uno o dos meses, estando estratificadas hasta la primavera. Si ampliáis la imagen con un doble click podréis ver que la base de enraizamiento será de Napolitana Blanca, una higuera de tipo Esmirna que me traje del Orto Botánico di Roma en forma de una pequeña estaquita de unos 15 cms. introducida en una botellita de agua mineral. Enraizó con tanta rapidez y tanta facilidad que a los 16 meses de sembrarla ya pude saborear su primer higo, delicioso por cierto.

Así pues, dentro de unas semanas, confiando en que ya se estarán fusionando las tres estacas, pondré a enraizar la base de Napolitana Blanca en un medio adecuado que todavía no he decidido. Y si todo va bien, la nueva higuera tendrá las raíces y las ramas bajas de Napolitana Blanca, la parte central de Cabrahiguera macho, que aportará el polen para polinizar los higos de la higuera romana que tendrá a sus pies, y la parte superior de la extraordinaria variedad bífera Blava, que da excelentes y abundantes brevas e higos. Es una variedad mallorquina muy antigua, pero sorprendentemente me la traje de Canarias. Si la buscáis en este blog en el recuadro de búsqueda de arriba a la derecha, podréis conocer su historia.

 Este otro injerto secuencial doble combina una base de enraizamiento de la variedad Coll de Dama Negra, muy vigorosa, rústica y de enraizado fácil, cuyas ramas me darán dulcísimos y aromáticos higos tardíos de piel oscura y pulpa muy roja, una parte central de Napolitana Blanca, cuyas ramas en agosto me darán unos fantásticos higos blancos y en el extremo un Cabrahigo macho, cuyos prohigos en abril aportarán el polen para fecundar tanto los higos agosteños de Napolitana Blanca como los más tardíos de Coll de Dama Negra, que crecerán en las ramas inferiores del "experimento".

 Una vez acoplados y atados los injertos, los he mojado con agua limpia de montaña y los he envuelto en film de cocina, situándolos a continuación a oscuras en el interior de la casita del huerto a una temperatura más o menos estable de entre 12 y 16ºC.

 Y ya que tenía las estacas cortadas, se me ha ocurrido hacer lo mismo, pero uniendo los tres fragmentos de higuera con el sencillo método en Bisel.

 Y aquí tenéis el tercer proyecto de "bicha" vegetal. En la parte inferior una vigorosa base de enraizamiento de Napolitana Blanca, en el centro un fragmento de Cabrahigo y en el extremo un tercer fragmento de Coll de Dama Negra.

 Como en los injertos Omega, a este en Bisel también lo he mojado con agua de montaña y lo he envuelto en film de cocina. Los tres proyectos de "bicha", que según la RAE es un ser extraordinario formado por la unión de partes de animales de diferentes especies, permanecerán a oscuras durante unas semanas, en posición vertical para favorecer la circulación ascendente de la savia. Cuando las temperaturas empiecen a subir, introduciré la base en un vaso o una macetita con un medio adecuado para favorecer la emisión de raíces y esperaré a que se produzca el milagro y las yemas de la "bicha" broten en primavera.

Os mantendré informados de su evolución, salvo si es un fracaso absoluto, en cuyo caso eliminaré esta entrada para no generar falsas espectativas a quien la lea.

¡Deseadme suerte, amigos!

domingo, 20 de enero de 2019

Cultivo de Allium triquetrum en un macetón

Desde que probé, hace ya más de veinte años, las flores de este ajo silvestre que crece en abundancia en mi huerto, deseaba cultivarlo como una hortaliza más, y en el año 2017 me decidí e inicié el experimento.

El Allium triquetrum, llamado popularmente Lágrimas de la Virgen por sus bellísimas florecillas acampanadas, es una liliácea silvestre muy abundante en la Serra de Tramuntana de Mallorca.

 Aquí podéis ver un ejemplar en plena floración día 24 de febrero de 2016, creciendo a pleno sol en la base de una pared de bancal con poquísima tierra caliza retenida entre los resquicios de las piedras.

Y estos son sus frutos que cuelgan por su propio peso, dada la debilidad del tallo que los sostiene. Hice la foto día 12 de abril de 2017.

Diez días después, el 22 de abril de 2017, recogí un manojito de frutos justo antes de su completa maduración, ya que si se espera a que completen su proceso de secado, se abren y dejan caer las semillas negras, con lo que resulta muy difícil, por no decir casi imposible, encontrarlas y recogerlas.

Las guardé en un plato durante cinco meses y el 16 de septiembre de 2017 las sembré en un macetón con abundante tierra vegetal.

 Las semillas germinaron a principios de noviembre. Aquí podéis ver los primeros brotes día 1 de diciembre con sólo tres semanas de vida.

 Detalle de los ajitos anteriores.

 Y aquí los tenéis día 20 de enero de 2019 con sus primeras flores recién abiertas, dieciséis meses después de la siembra de las semillas. Se ven exuberantes, ¿verdad? No cabe duda de que les encanta crecer en un macetón con buena y abundante tierra vegetal donde profundizar sus raíces.

 Detalle de la primera inflorescencia abierta.

 Florecillas de la inflorescencia anterior. Su blancura inmaculada brilla con luz propia. El próximo invierno la floración será masiva y entonces podré recolectar flores para prepararme deliciosos platos, ya sea en ensaladas o en tortilla, incluso en guisos más elaborados. Su delicado y suave sabor a ajo tierno les dará un toque único y exquisito.

 Como en esta jugosa tortilla elaborada con un huevo de oca, espárragos trigueros, lágrimas de la virgen y sal.

Dan ganas de darle un bocado, ¿verdad? Os aseguro que me supo a gloria.

O en este sencillo plato con una tortilla de huevo de oca, flores de la sudafricana invasora Oxalis pes-caprae y abundantes lágrimas de la Virgen, aliñadas con un simple chorreón de aceite de oliva virgen extra. Su sabor es tan intenso y crujiente que no necesitan sal.