Desde que probé, hace ya más de veinte años, las flores de este ajo silvestre que crece en abundancia en mi huerto, deseaba cultivarlo como una hortaliza más, y en el año 2017 me decidí e inicié el experimento.
El Allium triquetrum, llamado popularmente Lágrimas de la Virgen por sus bellísimas florecillas acampanadas, es una liliácea silvestre muy abundante en la Serra de Tramuntana de Mallorca.
Aquí podéis ver un ejemplar en plena floración día 24 de febrero de 2016, creciendo a pleno sol en la base de una pared de bancal con poquísima tierra caliza retenida entre los resquicios de las piedras.
Y estos son sus frutos que cuelgan por su propio peso, dada la debilidad del tallo que los sostiene. Hice la foto día 12 de abril de 2017.
Diez días después, el 22 de abril de 2017, recogí un manojito de frutos justo antes de su completa maduración, ya que si se espera a que completen su proceso de secado, se abren y dejan caer las semillas negras, con lo que resulta muy difícil, por no decir casi imposible, encontrarlas y recogerlas.
Las guardé en un plato durante cinco meses y el 16 de septiembre de 2017 las sembré en un macetón con abundante tierra vegetal.
Las semillas germinaron a principios de noviembre. Aquí podéis ver los primeros brotes día 1 de diciembre con sólo tres semanas de vida.
Detalle de los ajitos anteriores.
Y aquí los tenéis día 20 de enero de 2019 con sus primeras flores recién abiertas, dieciséis meses después de la siembra de las semillas. Se ven exuberantes, ¿verdad? No cabe duda de que les encanta crecer en un macetón con buena y abundante tierra vegetal donde profundizar sus raíces.
Detalle de la primera inflorescencia abierta.
Florecillas de la inflorescencia anterior. Su blancura inmaculada brilla con luz propia. El próximo invierno la floración será masiva y entonces podré recolectar flores para prepararme deliciosos platos, ya sea en ensaladas o en tortilla, incluso en guisos más elaborados. Su delicado y suave sabor a ajo tierno les dará un toque único y exquisito.
Como en esta jugosa tortilla elaborada con un huevo de oca, espárragos trigueros, lágrimas de la virgen y sal.
Dan ganas de darle un bocado, ¿verdad? Os aseguro que me supo a gloria.
O en este sencillo plato con una tortilla de huevo de oca, flores de la sudafricana invasora Oxalis pes-caprae y abundantes lágrimas de la Virgen, aliñadas con un simple chorreón de aceite de oliva virgen extra. Su sabor es tan intenso y crujiente que no necesitan sal.
Juan, me ha parecido muy interesante tu cultivo del allium y en especial la utilización culinaria que haces de esta bonita planta ¡la de cosas que aprendo contigo!
ResponderEliminarEsa tortilla con las flores además de rica está preciosa.
Un abrazo grande.
Muchas gracias, Montse.
EliminarUn fuerte abrazo.
Don Juan, le propongo una entrada en su blog; "las flores comestibles". Con frecuencia me he preguntado si flores como las de las jaras, hibiscus, glicinas, durillos por nombrar algunas de mi jardín se pueden usar en cocina. Si que he utilizado por ejemplo las de una liliáceas llamada Thumbelgia y resulta ligeramente picante.
ResponderEliminarEn fin, muy agradecido por su blog que lo sigo fielmente. Siga publicando.
Saludos Pablo
Muchas gracias por el comentario y la sugerencia, Pablo.
EliminarSaludos.
Aplicación de la diversidad a la cocina.
ResponderEliminarSaludos.
Saludos, Marcelo.
EliminarMuy interesante la entrada.Ante tantas tonterias que oimos todos los días sobre las bondades de la cocina de autor y sus correspondientes estrellas Michelín, etc, se agradecen estas lecciones culinarias, tan sencillas, con unos ingredientes tan naturales y con una elaboración tan de andar por casa, pero que viendo las fotos del rsultado final y leyendo tus comentarios, a uno se le hace la boca agua.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias, Pini. Eres muy amable.
EliminarSaludos.
Que bonito y que bueno!
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Erna.
EliminarSaludos
La tortilla estaría deliciosa. Un beso.
ResponderEliminarEfectivamente, Teresa.
EliminarSaludos
Buenas tardes, después de leer y ver esta entrada, me sumo a la petición de un texto sobre flores comestibles.
ResponderEliminarLas hay y muchas.
A modo de ejemplo, aquí en Líbano se toma muy a menudo una infusión de las flores de hibisco, que en toda esta zona del mundo llaman karkadé y que en otros lugares del se conoce como agua de Jamaica. Sobre todo se toma en verano, como refresco, pero también en invierno, con una ramita de canela y unos clavos de olor. Tiene como principal propiedad el bajar la tensión arterial.
Saludos!
Muchas gracias, Marta, por tu aportación sobre la infusión de flores de hibisco.
EliminarUn saludo.
comiendo obras de arte.
ResponderEliminarGracias, Carlos.
Eliminarbuscando imágenes de la especie, veo y celebro su cultivo. Espero que a estas alturas no hayan tomado más terreno del disponible, en mi tierra es especie de gran dispersión e invasora.
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