Su belleza es engañosa y traicionera, ya que su aspecto de inocente helecho esconde sustancias altamente cancerígenas, que causan cáncer tanto en animales como en humanos. Os estoy hablando del Pteridium aquilinum, un helecho de la família Hypolepidaceae, ampliamente distribuido por todo el Mundo, excepto en la Antártida. Dentro del género Pteridium se distingue una sola especie: aquilinum, dos subespecies: aquilinum y caudatum y doce variedades.
Vigorosas frondes nuevas en un ejemplar de Pteridium aquilinum, fotografiado en la playa de Los Cancajos de la isla canaria de La Palma a mediados de mayo.
Los maoríes de Nueva Zelanda lo cultivan por sus rizomas de los que obtienen una harina con la que elaboran pan. Las sustancias cancerígenas de los rizomas son las responsables de la elevada tasa de cáncer gástrico entre dichos aborígenes de hasta dos veces y media superior al resto de la población neozelandesa.
Pteridium aquilinum creciendo en la alta montaña a unos 1000 msnm en el Pla de Cúber de la Serra de Tramuntana de la isla de Mallorca en pleno més de Julio.
En Venezuela y Costa Rica, donde este helecho crece formando grandes pastizales en las zonas altas que allí llaman potreros, el ganado se alimenta de las frondes, cuyas sustancias cancerígenas son las causantes de la enfermedad llamada Hematuria enzoótica bovina, comunmente conocida como "orinadera de sangre", culpable de la muerte de un gran número de vacas, bueyes y toros sementales, a los que ocasiona depresión de la médula ósea con leucopenia, trombocitopenia y anemia severa, agravada por los tumores vesicales que sangran abundantemente. También provoca cáncer en la vejiga de los búfalos de agua y en el intestino y vejiga de las ovejas que se alimentan en dichos potreros invadidos por el helecho, que se comporta como una planta invasora y desplaza la vegetación natural.
La Hematuria enzoótica bovina se ha observado en numerosos países tan diversos como Nueva Zelanda, Brasil, Suecia, Inglaterra, Canadá y las islas Fiji, aunque las más afectadas son Venezuela y Costa Rica.
La Hematuria enzoótica bovina se ha observado en numerosos países tan diversos como Nueva Zelanda, Brasil, Suecia, Inglaterra, Canadá y las islas Fiji, aunque las más afectadas son Venezuela y Costa Rica.
Los humanos que consumen la leche contaminada producida por las vacas que se alimentan de las frondes de Pteridium aquilinum tienen una alta tasa de cáncer de estómago, mucho mayor de la esperada en cualquier población humana. Costa Rica ocupa el tercer lugar en el mundo en incidencia y mortalidad por cáncer gástrico. Las sustancias cancerígenas halladas en la leche son el ácido shikímico, la quercetina, el aquílide A y sobretodo el ptaquilósido, que es considerado el principal principio tóxico y se encuentra en mayor concentración en las frondes tiernas. Fué aislado en 1983 y su toxicidad carcinogénica en animales de laboratorio, tales como ratas, ratones, codornices, perros, hamsters, etc.. , a los que provoca neoplasias malignas de intestino, vejiga y pulmón y leucemias linfáticas, fué demostrada en 1984. También se demostró experimentalmente su toxicidad en el ganado. Al ser ingerido se descompone en un segundo derivado químico llamado dienona, que es el tóxico verdadero y causa daño directo en el ADN y activación de oncogenes.
Las vacas que pastan en potreros vecinos donde no crece el Pteridium aquilinum no padecen la enfermedad hematúrica y su leche está libre de contaminantes cancerígenos, lo cual repercute en la salud de los humanos que se alimentan de su leche que presentan una muy baja tasa de cáncer gástrico, semejante a la esperada en cualquier población humana.
Pastizal invadido por Pteridium aquilinum en un claro del Parque Natural Sierra de Grazalema en la provincia de Cádiz a mediados de mayo.
El Pteridium aquilinum también contiene grandes cantidades de la enzima tiaminasa, que destruye la tiamina o vitamina B1, ocasionando una avitaminosis severa similar al Beriberi, con descoordinación motora, parálisis y convulsiones, llegando incluso a causar la muerte por asfixia motora si se han consumido grandes cantidades de helecho. Este problema afecta principalmente a animales no rumiantes, tales como cerdos, caballos, mulos y burros, no afectando a los rumiantes por las grandes cantidades de tiamina sintetizadas por su flora rumial.
En las ovejas causa ceguera progresiva por degeneración de la retina y necrosis cerebrocortical, muriendo de inanición al no ser capaces de beber ni alimentarse ni seguir al rebaño en sus desplazamientos.
Pteridium aquilinum brotando a principios de mayo en las afueras de la ciudad de Horta en la isla de Faial del Archipiélago de las Azores.
En Japón, donde existe la costumbre en ciertas regiones de alimentarse de las frondes tiernas del Pteridium aquilinum, se ha encontrado una clara relación entre su consumo y la incidencia de neoplasias de esófago y estómago. En dichas regiones es considerada una verdura y se la llama warabi. Se la puede ver a la venta en los mercados. Las familias que salen a pasear por el campo tienen la costumbre de recolectar las frondes tiernas de este helecho para cocinarlas después en sus casas, como si de espárragos trigueros se tratase.
Pteridium aquilinum creciendo como epifita sobre el tronco de una palmera canaria, Phoenix canariensis, en la ciudad de Barlovento de la isla de la Palma.
En Brasil, en las regiones donde abunda, también se comen sus frondes tiernas como verdura y se está estudiando la clara relación entre su consumo y la alta incidencia de cáncer de estómago y esófago.
Envés de una fronde de Pteridium aquilinum con los soros maduros.
Ciertos estudios en Asia han señalado que la cocción de las frondes tiernas a altas temperaturas en los tradicionales woks neutraliza las sustancias cancerígenas, pudiéndose consumir sin peligro. Solamente se desaconseja su consumo en crudo o con una cocción ligera. Sin embargo estas afirmaciones se contradicen con la elevada tasa de cáncer en los maoríes que se alimentan de pan hecho con harina de rizomas, lógicamente horneado a altas temperaturas.
Los soros están cubiertos en su parte externa por un pseudoindusio formado por el borde revoluto de la pinna y en su parte interna por un indusio verdadero membranáceo de color marrón y borde fimbriado.
Algunos estudios también sugieren que la simple inhalación de sus esporas puede provocar cancer de pulmón, pero no ha sido demostrado. Lo que sí ha sido demostrado experimentalmente en ratones de laboratorio es la carcinogenicidad de las esporas añadidas al alimento y al agua de bebida. Los ratones obligados a beber agua con esporas sufrieron leucemia linfática, cáncer de estómago y cáncer de mama y los que fueron alimentados con comida con esporas sufrieron adenomas de pulmón y cáncer de mama.
En Gales, al oeste de Inglaterra, donde crece en abundancia el Pteridium aquilinum, se ha observado una inusual incidencia de cáncer entre la población humana. Al no ser consumido como alimento, se ha culpado a la contaminación del agua de pozo por exhudados de las raíces del helecho y la incorporación de sus esporas al agua en los acueductos de superficie, pero dicha relación todavía no ha podido ser demostrada.
En los países donde este helecho se comporta como una mala hierba invasora, desplazando al pasto normal, se están estudiando diversos métodos de erradicación, los cuales hasta la fecha han resultado demasiado costosos y poco efectivos.
Y para terminar queda en el aire una pregunta: ¿por qué tanta toxicidad? La respuesta tal vez podría ser la misma que para las diminutas ranas venenosas de la selva del Amazonas: el helecho Pteridium aquilinum concentra grandes cantidades de sustancias tóxicas en sus tejidos simplemente para no ser comido, para protegerse, para eliminar de una manera lenta y cruel a sus depredadores, en definitiva, para sobrevivir, y a la vista de los resultados su estrategia no le ha ido nada mal.
En Gales, al oeste de Inglaterra, donde crece en abundancia el Pteridium aquilinum, se ha observado una inusual incidencia de cáncer entre la población humana. Al no ser consumido como alimento, se ha culpado a la contaminación del agua de pozo por exhudados de las raíces del helecho y la incorporación de sus esporas al agua en los acueductos de superficie, pero dicha relación todavía no ha podido ser demostrada.
En los países donde este helecho se comporta como una mala hierba invasora, desplazando al pasto normal, se están estudiando diversos métodos de erradicación, los cuales hasta la fecha han resultado demasiado costosos y poco efectivos.
Y para terminar queda en el aire una pregunta: ¿por qué tanta toxicidad? La respuesta tal vez podría ser la misma que para las diminutas ranas venenosas de la selva del Amazonas: el helecho Pteridium aquilinum concentra grandes cantidades de sustancias tóxicas en sus tejidos simplemente para no ser comido, para protegerse, para eliminar de una manera lenta y cruel a sus depredadores, en definitiva, para sobrevivir, y a la vista de los resultados su estrategia no le ha ido nada mal.
Gracias por toda la información que compartes a través de la Red. Conocía este helecho, pero ignoraba el poder de las sustancias que se hallan en él. En Tenerife está muy extendido, sobre todo en antiguas zonas de cultivo que actualmente están abandonadas.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias a tí, Fernando. Este helecho, como todas las plantas invasoras, es oportunista y aprovecha cualquier campo abandonado, llegando a cubrirlo completamente a través de sus rizomas. Un saludo: Juan
ResponderEliminarInteresante información. Observaré si por mi zona está ese helecho.
ResponderEliminarUn saludo
Ahí lo tienes: tan modesto y en apariencia inofensivo. Me has dejado fatal. Con lo que me ha gustado siempre, y siendo yo notoriamente pacifista... Aunque a nadie se le puede exigir pasividad ante los ataques.
ResponderEliminarAbrazos
Joan, gracias por la entrada, muy interesante. Creo que es el helecho que se utiliza en las cajas de ostras, vamos, que una vez depuradas y cuando las van a comercializar las ponen en cajas rellenas con este helecho seco.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias por vuestros comentarios, Chari, Salomé y Josep.
ResponderEliminarVaya, tienes razón Josep. Muy interesante tu aportación. En principio la carne de las ostras no entra en contacto con las frondes del helecho, pero si tienen esporangios maduros y están dispersando las esporas, éstas si pueden llegar a depositarse sobre las ostras abiertas.
Aunque todavía no se ha demostrado, se cree que la inhalación de las esporas durante muchos años en regiones donde abunda este helecho puede provocar un cáncer de pulmón. Si se demuestra que las esporas también contienen ptaquilósido, entonces el ministerio de sanidad debería prohibir el uso del Pteridium aquilinum para acolchar las cajas de ostras.
Un saludo!
Gracias por compartir tus conocimientos, desconocía estas propiedades, en Canarias se utiliza el helecho macho como forrajera y los guanches utilizaban sus rizomas tiernos o secos y molidos a modo de “gofio” para alimentarse.
ResponderEliminarSeguro que más de uno pagó las consecuencias.
Si, Jesús, seguro que las pagaron. Gracias.
Eliminarel herbicida garlon 4 los mata y a toda la hoja ancha , en cambio deja sana al pasto de hoja estrecha ademas al ser sistemico y residual penetra en el terreno y en el interior del hierbajo y lo mata desde la raiz.
ResponderEliminarMuy buena informacion hasta hoy me doy cuenta de ese helecho toxico en mi país Honduras abunda mucho
ResponderEliminarMolt interessant, Juan. No ho sabia i m'has fet mirar si el tenia a s'arxiu. No el tenc, però en fer-lo, faré servir mascareta.
ResponderEliminarSalutacions!
Gràcies, Pep. Supòs que si s'exposició a ses espores no és molt important i persistent, no hi deu haver massa perill.
EliminarSalutacions!
en mi region se considera como una plaga ,y no hay nada que lo controle, ningun hervicida ni chapeo lo dIsminuye , ¿que recomiendan'
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