Por su aspecto nadie diría que se trata de un helecho, ya que sus diminutas frondes estériles parecen hojitas de gramínea. Su hábitat son los claros de garrigas mediterráneas arbustivas cuyos suelos arcillosos cubiertos de musgo permanecen muy húmedos durante el otoño e invierno. Sus vecinas son las jaras, orquídeas, lentiscos, gamones, esparragueras, romero, Phillyrea angustifolia, Gagea nevadensis, Crocus cambessedesii, algún acebuche, algún pino blanco, Brachypodium retusum, Plantago bellardii, Arisarum vulgare, Arum pictum, Merendera filifolia, etc...
Ophioglossum lusitanicum en otoño con 4 frondes estériles de no más de 3 cms de longitud y una fronde fértil con los esporangios aún inmaduros. (Doble click encima de la foto para ampliarla)
Su ciclo vital se completa en unos 7 meses. Durante los secos y tórridos veranos de Mallorca permanece aletargado en estivación bajo tierra en forma de pequeño rizoma oblongo o subgloboso, castaño, de gruesas raíces, a veces estolonífero, de manera que con los años puede ir formando una pequeña família a su alrededor a través de los estolones subterráneos, de cada uno de los cuales brota un nuevo helecho clónico con las primeras lluvias del otoño.
Otro hermoso ejemplar con una sola fronde esteril y una fronde fértil con la espiga en su extremo apical, formada por dos filas de esporangios, en este caso todavía inmaduros. Foto hecha a finales de noviembre.
Detalle de la espiga de la fronde fertil anterior con las dos hileras de esporangios inmaduros.
Grupo de Ophioglossum lusitanicum con sus hojitas semejando pequeñas gramíneas, que se confunden facilmente con las demás hierbas con las que comparte el hábitat. Estas hojitas o frondes estériles brotan del rizoma que se encuentra enraizado profundamente en la tierra arcillosa. En la foto se ve como aprovechan para brotar las grietas del suelo formadas durante el reseco verano, que se cuartea abrasado por el tórrido sol mallorquín. Cuando las frondes fértiles dispersan las esporas, éstas también aprovechan estas grietas para germinar profundamente y así poder soportar los 5 o 6 largos meses de sequía.
Foto en detalle de las frondes estériles gruesas y carnosas, linear-lanceoladas u oblongo-lanceoladas, ligeramente acanaladas, para recoger el rocío matinal y dirigir la humedad hacia el rizoma. Se aprecia también claramente cómo los helechitos aprovechan una grieta del suelo para brotar, lo cual les supone un ahorro importante de energía, pues así sus frondes no tienen que atravesar el grueso y duro suelo arcilloso. Acompañando los Ophioglossum se ven las largas hojas filiformes y acanaladas en forma de V de una Merendera filifolia, los diminutos brotes nuevos del musgo y varias hepáticas recien nacidas de la especie Oxymitra incrassata , bastante abundante en la misma garriga, al igual que el líquen Diploschistes steppicus.
Cada Ophioglossum lusitanicum puede tener de una a cuatro frondes estériles y una o dos frondes fértiles, como el ejemplar de la foto. La comparación con la yema de mi dedo índice nos da una idea del diminuto tamaño de este helechito. En este caso las frondes estériles miden menos de 2 cms y las fértiles poco más de 3 cms.
A lo largo del otoño van brotando frondes nuevos y acumulando energía para producir las esporas. Cada mañana, aunque no llueva, recibe la humedad del rocío, que es absorbido por el musgo, que actúa como una esponja, manteniendo así el suelo arcilloso permanentemente húmedo. A principios o mediados del invierno, dependiendo de la precocidad o tardanza de las primeras lluvias otoñales, se inicia la maduración de los esporangios y la dispersión de las esporas.
Espiga con las dos filas de esporangios maduros en febrero iniciando la dispersión de las esporas.
Cada esporangio se abre como una boca con dos labios y de su interior salen las esporas transparentes, que caen cerca de su madre. Si tienen suerte y van a parar al fondo de una pequeña grieta del suelo, germinan y dan lugar a los gametofitos, que producen oósferas y anterozoides. Una vez ha tenido lugar la fecundación de la oósfera, nace un nuevo Ophioglossum lusitanicum del fondo de la grieta. Todo este proceso puede tardar un par de años y depende de un hongo simbionte, probablemente del género Glomus, que micorriza los rizoides de los gametofitos del Ophioglossum y facilita la producción de gametos. Se trata de micorrizas con hifas arbusculares. Los nuevos helechos verdaderos o esporofitos brotan de la oósfera fecundada de un gametofito micorrizado. Sin esta simbiosis hongo-helecho, no es posible la reproducción de los helechos del género Ophioglossum.
Detalle de la espiga de un fronde fertil con los esporangios maduros y abiertos como bocas, de cuyo interior salen las esporas ayudadas por el viento y el agua de lluvia.
Como si fueran labios pintados con carmín, las dos valvas de cada esporangio se abren y dispersan las esporas blanquecinas y transparentes.
En esta foto microscópica se ven mejor las esporas saliendo de los esporangios. (Doble click sobre la foto para ampliarla)
Detalle de las esporas de Ophioglossum lusitanicum, que presentan una concavidad en forma de fóvea en uno de sus lados. La microfotografía está hecha con muy poca luz, pues en realidad las esporas son transparentes.
no la conocia y si me la encontraba seguro que ni sospecharia que fuese un helecho,claramente se ve una tendecia a la evolucion de la floracion , verdad, serviria muy bien para agregrala a bonsais,,chequebnn eso
ResponderEliminarMagnifica entrada Juan, muy detallada.
ResponderEliminarEspero tener suerte este año con esta especie.
Saludos.
Muchas gracias, Manuel Antonio, A ver si das con ella. Saludos.
EliminarEl mejor articulo que he leido sobre el Ophioglossum...gracias Juan.
ResponderEliminarGracias a ti, Jean-Paul. Saludos.
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