domingo, 21 de abril de 2013

Mallorca era un Paraíso

Quedan sólo algunos retales, muy pocos. Su extraordinaria belleza nos recuerda que Mallorca fue y todavía es una de las islas más bonitas del Mediterráneo. He aquí algunos ejemplos.

 S'Illeta (La Islita), un islote situado en las costa noroeste de Mallorca en la parte central de la Serra de Tramuntana, salvado milagrosamente de la codicia humana. El entorno era tan maravilloso, tan paradisíaco que a alguien se le ocurrió la brillante idea de construir allí un hotel de lujo. Por suerte prevaleció el sentido común y el proyecto no se llevó a cabo. Habría supuesto la destrucción no sólo del islote sino también de toda la zona costera de los alrededores, donde habrían arrasado con cientos de hectáreas de montaña virgen para construir una carretera de acceso al hotel. Los mallorquines y los visitantes de la isla habríamos perdido para siempre esta maravillosa zona virgen. ¿No creeis que está mejor así?.

Mismo islote anterior visto desde lo alto de un acantilado. (Recomiendo ampliar las fotos con un doble click para apreciar mejor toda su belleza)

Acantilado en la misma zona visto desde el interior de un pinar.

 Cerca de S'Illeta desemboca este torrente que recoge y descarga en el Mar Mediterráneo el agua de las a veces copiosas tormentas de otoño. Permanece seco la mayor parte del año. En sus laderas  crecen varios endemismos como el Senecio rodriguezii, una diminuta compuesta con una flores bellísimas.

Senecio rodriguezii, un tesoro botánico de Mallorca y Menorca.

Parte final de la desembocadura del torrente anterior.

Las rocas salpicadas por las olas parecen una colada volcánica recien enfriada.

La belleza de estas rocas tan agrestes es impresionante.

Sobre las rocas, donde ya no llegan las salpicaduras de las olas, crece una exuberante vegetación típica de los pinares mediterráneos con el Pinus halepensis como especie predominante.

Las olas llenan de agua marina estas pequeñas concavidades en las rocas, el sol  la calienta, parte de ella se evapora y las sales se concentran, convirtiendo estos charquitos en el hábitat ideal para numerosas algas y animalillos microscópicos adaptados al agua salobre y caliente, como si de pequeñas salinas se tratase.

 Valle de Sóller, la perla más bonita de la Serra de Tramuntana. Al fondo se ve el mar.


Video casero del Valle de Sóller. Se ve mucho mejor sin ampliar.

Los acantilados de la costa noroeste de Mallorca son en realidad las laderas de las montañas de la Serra de Tramuntana que acaban bruscamente en el mar. Su inaccesibilidad los ha preservado de la codicia humana.

Un poco más al nordeste en plena Serra de Tramuntana se encuentra una zona menos abrupta que conserva su nombre árabe original, Bàlitx, con suaves laderas y algún pequeño valle donde desde hace varios milenios se cultivan olivos y algarrobos.

Terrazas o bancales de olivos en Bàlitx. La tierra de las laderas montañosas es retenida por las paredes de piedra seca de los bancales, permitiendo así su aprovechamiento agrícola desde hace varios milenios. Es tal su integración con la naturaleza que muchas plantas silvestres, incluidos numerosos endemismos, proliferan felices en los claros abiertos bien iluminados de estos olivares.

 La endémica Ophrys balearica es una de las orquídeas más bonitas de las Islas Baleares.

Olivo centenario injertado sobre un olivo silvestre o acebuche. Se ve muy bien como el patrón o portainjertos echa brotes de acebuche en su base. Sus pequeñas hojas verdes son muy diferentes a las del olivo que son más grandes y grisáceas. La mayoría de olivos centenarios de la Serra de Tramuntana de Mallorca están injertados sobre acebuches silvestres, cuyo sistema radicular está perfectamente adaptado a la tierra pedregosa, arcillosa y calcárea y a los largos períodos de sequía extrema.

Las zonas rocosas con poca tierra, al no servir para el cultivo del olivo ni el algarrobo, son aprovechadas para el pastoreo en régimen de semilibertad de las ovejas de raza mallorquina, muy bien adaptadas al clima, la orografía y la hierba escasa y correosa de las montañas. Desde la extinción del antílope enano Myotragus balearicus hace unos 4.000 años, las ovejas lo sustituyen en su función de mantener espacios bien iluminados libres de vegetación arbórea, lo cual facilita el crecimiento de muchas hierbas y arbustos que sin luz no podrían sobrevivir, como la cebolla albarrana de la foto, que en Mallorca llamamos "ceba marina".

Si ampliais esta foto sentireis lo mismo que yo sentí cuando vi esta estampa armoniosa entre naturaleza salvaje y terrazas de olivos, estas cimas montañosas que caen bruscamente en el mar en forma de vertiginosos acantilados, un entorno ideal para quedarse a vivir, un jardín natural de ensueño donde se respiraba una paz indescriptible que me recordó al mítico y utópico Shangri-lá. El silencio era casi absoluto, sólo roto por el casi inaudible murmullo de la brisa jugando con las rocas y las ramas de los árboles y el canto de algún pajarillo. Nada más. Yo y el Paraíso.

Impresionante Puig d'Alaró con sus agrestes laderas cubiertas de un exuberante pinar mediterráneo y las rocas verticales más altas sin vegetación.

El vecino Puig de s'Aucadena tiene una estructura similar al Puig d´Alaró. Se puede apreciar la exuberancia del pinar.

Otra mítica montaña mallorquina, el Puig de Galatzó. Desde su cumbre situada a 1.027 msnm se puede contemplar buena parte de la Serra de Tramuntana y la Bahía de Palma.

La finca de Na Burguesa está cubierta por una exuberante vegetación selvática de una riqueza florística extraordinaria, un paraíso para los botánicos. En ella conviven en perfecta armonía numerosas plantas mediterráneas como el madroño de la foto.

El bosque mediterráneo del Castillo de Bellver es el pulmón de la cosmopolita ciudad de Palma. Su riqueza en orquídeas es extraordinaria.

El Torrent de Pareis divide en dos la Serra de Tramuntana. Durante millones de años ha ido erosionando las rocas calcáreas esculpiendo este impresionante barranco de altísimas paredes verticales. Entre las grietas de las rocas de sus laderas crecen numerosos endemismos botánicos y cerca de su nacimiento, en pequeñas charcas, vive el tesoro más escaso, frágil y mimado de la fauna endémica de Mallorca, el sapito Ferreret, Alytes muletensis, que se consideró una especie extinguida hasta que fue encontrado vivo en 1980, pues antes de esta fecha sólo era conocido por restos fósiles.

 
Imagen de un Ferreret. La inocencia de su mirada parece suplicarnos: "¡Dejadme vivir. No destruyáis mi hábitat, mi casa, mi esperanza!". (Esta fotografía es propiedad de la magnífica página web Racons de Tramuntana)

El Torrent de Pareis desemboca en el mar por este estrecho canal que se ve al fondo. Si uno quiere disfrutar de verdad de este lugar maravilloso lo mejor es madrugar mucho y adentrarse en este amplio rellano de cantos rodados previo a su desembocadura justo en el momento de las primeras luces del alba. La belleza de los rayos del sol naciente iluminando las paredes verticales, el impresionante silencio, el aire limpio y fresco y la paz son una experiencia casi mística que roza la felicidad. Deja un recuerdo tan fantástico y emocionante que jamás se puede olvidar. Con razón se entiende por qué tantos miles de alemanes, austríacos y escandinavos vienen año tras año a pasar un mes en Mallorca, ataviados con su completo equipo de montaña, con la única ilusión de recorrer estos lugares de ensueño y disfrutar de nuestra maravillosa orografía. Ante tanta belleza y tanta paz sus cerebros segregan endorfinas de felicidad a chorro, como si de una droga se tratase, y cuando vuelven a su frío y gris país nórdico viven los siguientes once meses con la ilusión de volver a darse un chupinazo de esta droga que da sentido a sus vidas.

 El agua del torrente ha erosionado la roca calcárea esculpiendo bellísimas formas.

 Cerca del Torrent de Pareis está Sa Calobra con sus impresionantes acantilados que acaban bruscamente en el mar. El agua es la más limpia de Mallorca. Sobre alguna de las rocas que se ven en la base del acantilado murió abatida a tiros en 1958 la última foca monje del Archipiélago Balear.

Maravillosa ladera en sa Calobra con una vegetación mediterránea exuberante.

El altiplano de Cúber es también un lugar de ensueño. Al fondo se ve el embalse del mismo nombre construido junto con el embalse del Gorg Blau para abastecer de agua la Base norteamericana del Puig Major y la ciudad de Palma. 

La impresionante agua azul turquesa del embalse del Gorg Blau (Garganta Azul) hace honor a su nombre. Bajo sus aguas en el lugar llamado Almallutx quedaron sepultados los restos arqueológicos del último poblado de mallorquines musulmanes que resistieron allí durante tres años tras la invasión de las huestes catalano-aragonesas. En mis venas como en las de muchos de los mallorquines actuales corren algunas gotas de sangre musulmana de los cerca de 3.000 moros mallorquines que sobrevivieron al genocidio y fueron degradados a la condición de esclavos en su propia tierra y obligados a cambiar de religión, lengua e identidad. 

Fotografía espectacular del Gorg Blau cuyas aguas limpísimas reflejan la  imagen de las nubes como un espejo. Este lago artificial fascina a los mallorquines. Ir a ver los embalses de Cúber y del Gorg Blau es una de las excursiones preferidas de los habitantes del centro y sur de Mallorca donde la sequía es la nota dominante.

Los claros más pedregosos e iluminados de las montañas son el hábitat predilecto de los bellísimos cojinetes de monja.

 Espectacular paisaje montañoso cubierto de formaciones kársticas de lapiaz por la erosión y disolución durante millones de años de las rocas calcáreas por las correntías del agua de lluvia. En estas rocas nace el Torrent des Gorg Blau que desemboca en el Torrent de Pareis.

Hace unos años acompañé a mi buen amigo Juan Rita Larrucea, profesor de botánica de la Universidad de las Islas Baleares, gran amante de la naturaleza y un profundo conocedor de nuestra flora, a una excursión por la Serra de Tramuntana. Tras mostrarme una pequeña población del escasísimo helecho Phyllitis sagittata que crece en el nacimiento del Torrent des Gorg Blau, me llevó a un lugar fabuloso con aspecto antediluviano y de muy difícil acceso donde sobrevive el último bosque de Laurisilva de las Baleares. Es como un pequeño fósil viviente, una reminiscencia de lo que hace siete millones de años era un maravilloso bosque de árboles planifolios de hoja perenne que captaban la humedad de la brisa marina del primitivo y subtropical mar Mediterráneo y la condensaban en forma de rocío sobre sus hojas, cayendo gota a gota como un agua dulcísima sobre la hojarasca del sotobosque, como si de una verdadera lluvia se tratase, exactamente igual que el fantástico fenómeno actual de la lluvia horizontal de las islas de la Macaronesia. La hojarasca en descomposición se comportaba como una esponja, absorbía y retenía el agua que goteaba desde las copas y mantenía una maravillosa humedad permanente en las raíces de los árboles, permitiéndoles crecer exuberantes en una isla donde la lluvia normal es más bien escasa. Juan Rita con su gran capacidad didáctica me lo explicó con tal vehemencia que me contagió su fascinación por este lugar.

Apretujados en el estrecho espacio entre dos rocas de lapiaz me fue mostrando las diferentes especies de árboles que allí crecían, con sus raíces profundamente enraizadas en el fondo de estas impresionantes formaciones kársticas. La especie más llamativa es el laurel, Laurus nobilis, que aquí tiene su única población natural en las Islas Baleares. En la fotografía se pueden ver varios ejemplares de laurel con sus enormes copas asomando por encima del lapiaz.

El Cap de Formentor es un lugar agreste y bellísimo con una riqueza florística extraordinaria. En él sobreviven a duras penas numerosos endemismos botánicos acosados despiadadamente por las mandíbulas famélicas de miles de cabras asilvestradas, como el bellísimo Lotus tetraphyllus.

Trébol de cuatro hojas, Lotus tetraphyllus, endémico de Mallorca, Menorca y Cabrera con sus tallos y hojas ramoneados por las cabras, que le impiden echar brotes nuevos y flores. Se ve obligado a brotar una y otra vez hasta que acaba sus fuerzas y muere.

Los paisajes de Formentor son muy variados, pero todos ellos de una belleza de ensueño. En la cara sur de las montañas crece esta vegetación esteparia adaptada a la sequía, la tierra pobre y pedregosa y la fuerte insolación.

El endemismo tirrénico Helicodiceros muscivorus vive en estas pendientes rocosas litorales bien iluminadas.

En la cara norte mucho más fresca y húmeda de las mismas montañas del Cap de Formentor crece otro bellísimo endemismo botánico, el Erodium reichardii.

En la costa sudeste de Mallorca se encuentra una de las playas más hermosas y vírgenes de Mallorca, Es Trenc, salvada de la destrucción por la presión popular y la incansable lucha de los grupos ecologistas. Sus dunas de arenas blancas como la nieve son uno de los tesoros más preciados y hermosos de nuestra geografía. En la fotografía vemos numerosas sabinas que crecen a ras del suelo azotadas por el cálido viento del sudeste, el Xaloc (Sirocco), que sopla desde el Desierto del Sáhara

Interior del pinar que rodea las dunas.

Las raíces de los pinos y las sabinas retienen la finísima arena de las dunas.

Talaiot de Son Forners de unos 3.000 años de antiguedad situado en el municipio de Montuiri en el centro de la isla. Es uno de los poblados talaióticos más grandes de Mallorca. Los hombres y mujeres que allí vivieron conocieron una isla muy diferente a la actual. Es probable que vieran los últimos ejemplares del extinto Myotragus balearicus.

El Parc Natural de s'Albufera de Mallorca es otro de nuestros tesoros naturales, uno de los que más ha costado preservar de la destrucción. A su alrededor se levantan numerosos hoteles, bares, restaurantes, tiendas de souvenirs, chalets, centros comerciales y una carretera que se interpone entre la albufera y el mar.

Lejos de las salvajes urbanizaciones de la costa la Albufera de Mallorca es un remanso de paz para miles de especies de aves y para la bellísima orquídea de prado, la Orchis robusta.

Inflorescencia de Orchis robusta que impacta por su gran belleza. Miles de orquidólogos de todo el mundo vienen a la isla en abril y mayo con la ilusión de ver y fotografiar esta maravillosa orquídea mallorquina. Se llevan en sus cámaras fotográficas el más bonito de los recuerdos de Mallorca.

Bellísima Cala Mondragó situada en el sudeste de la isla. Fue declarada Parque Natural en 1992. Bajo la luz del sol sus aguas limpísimas adquieren un color azul turquesa de una belleza indescriptible.

Sobre las rocas costeras de Cala Mondragó a pocos metros del mar crece una plantita diminuta endémica de las Islas Baleares y las Îles d'Hyères, la Romulea assumptionis. La belleza de su única florecilla vista de cerca es extraordinaria. Cuando le hacía esta foto a esta maravilla botánica se acercaron un grupo de alemanes para ver qué estaba fotografiando. La flor es tan pequeña que tuve que señalársela con el dedo, pues no la veían. Les pareció tan bonita que uno tras otro quiseron llevársela como recuerdo y le hicieron numerosas fotografías. En una servilleta les escribí su nombre, Romulea assumptionis.

Cala Mesquida al amanecer. Este maravilloso lugar de ensueño se encuentra en el Parc Natural de Llevant. Su belleza virgen y paradisíaca impacta y deja un recuerdo indeleble en la memoria.

En las laderas montañosas litorales que rodean Cala Mesquida crece una pequeña población de la endémica Paeonia cambessedesii, la planta con la flor más grande y más bonita de Mallorca.

El luminoso color rosado y la textura de los pétalos confieren a la flor de la Paeonia cambessedesii una belleza tan grande que al contemplarla no podemos evitar exclamar: ¡Uauuu, qué bonita!.


Las pendientes montañosas de Cala Mesquida acaban bruscamente en el mar.

 Justo al lado del mar sobre las rocas salpicadas por las olas vive un endemismo perfectamente adaptado a la sal, la insolación y la sequía extrema, el Limonium minutum.

Sus florecillas blancas como la nieve se abren en junio.

Muy cerca de Cala Mesquida en el mismo Parc Natural de Llevant las embravecidas aguas azul turquesa de Cala Torta y sus rocas litorales libres de cemento y asfalto nos ayudan a imaginar lo que fue Mallorca hace sólo un siglo, un Paraíso.

 Sobre los restos de Posidonia oceanica arrastrados por las olas se pueden encontrar ejemplares del alga en forma de esfera Codium bursa.

Codium bursa con su típica abertura.

Detalle de los filamentos interiores y de los gametangios fusiformes con los que se reproduce.

¿Verdad que vale la pena preservar estos tesoros?


36 comentarios:

  1. Molt bo,Joan,
    M'ha agradat molt!
    Jaume

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  2. Joan

    Un post fantastico, gracias. He tenido la suerte de visitar la Mallorca que describes y, verdaderamente, pienso que es todavia un paraiso. Saludos!

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  3. Cuando visite Mallorca ya sé los lugares que no puedo perderme, muchas gracias.
    Saludos.

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  4. Alleeerlo y ver las fotografías me han entrado unas ganas tremendas de viajar para verlas. Tienes suerte de vivir en esa tierra. Felicidades.

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  5. Moltes gràcies, Jaume. Estic content que t´hagi agradat. Una abraçada.

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  6. Muchas gracias, Fernando. Me alegro mucho que vieras lo más bonito de Mallorca. Un abrazo.

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  7. César, cuando visites Mallorca alquila un coche y vete a ver estas maravillas. No te arrepentirás. Un abrazo.

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  8. J.R. ahora todavía es temporada baja y los precios de los billetes y hoteles son bastante asequibles. Además en primavera es cuando florecen la mayoría de plantas endémicas. Espero que te animes y disfrutes de nuestra naturaleza. Un abrazo.

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  9. Excel.lent i una petita mostra de l´encant de l´illa...
    Joan ets un enamorat de la teva terra.

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  10. Moltes gràcies, Fani. Sé que tu coneixes tots aquests racons meravellosos i també n´estàs enamorada. Una abraçada.

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  11. Un reportaje impresionante, no creo que se pudiera hacer mejor para ponerme los dientes largos, con unas ganas tremendas de ir a Mallorca. El Senecio es impresionante de bonito. Desconocía completamente la existencia de esos retazos de laurisilva balear, ha sido una muy grata sorpresa. Una brazo.

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  12. Muchas gracias, Alberto. Las islas antiguas como las Baleares tienen una gran riqueza en endemismos, todos ellos bellísimos y únicos. Precisamente el Senecio rodriguezii es especialmente bonito. En realidad es una plantita diminuta adaptada a vivir de la humedad aportada por las salpicaduras saladas de las olas. Un abrazo.

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  13. Que preciosidad, tengo que ir. Besos.

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  14. Mallorca enamora y yo cada día descubro tesoros gracias a personas tan generosas como Juan.
    Un abrazo. :-)

    Matilde

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  15. Si antes tenía ganas de visitar esas islas, después de tu bellisimo reportaje, el desconsuelo es mayúsculo.
    Desde luego los lugares son de una belleza extraordinaria y apetece perderse en esos paraísos.
    Me ha sorprendido el reducto de laurisilva, es increíble con la naturaleza se aferra a la vida.
    Un abrazo chicharrero.

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  16. Muchas gracias, Jesús.

    En realidad el turismo de naturaleza se fomenta muy poco, sólo parece interesar el de sol y playa y no saben lo que se pierden.

    A mi también me sorprendió encontrar este pequeño bosque de laureles en plena Serra de Tramuntana.

    Un abrazo mallorquín.

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  17. Me ha encantado esta entrada y me quedo con muchas ganas de volver a esta maravillosa isla!!
    Una abraçada

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  18. Juan, he disfrutado inmensamente con tu reportaje. No conozco Mallorca todavía, pero hoy lo he visto claro.¡¡¡ Tengo que ir alguna vez en mi vida!!!
    Tengo en mi jardín dos plántulas de Paeonia cambessedesii que me nacieron el año pasado de semillas que me envió una amiga inglesa (la cultiva en Inglaterra). No sé si las llegaré a ver en flor alguna vez, pues donde vivo (Monzón, Huesca) es muy seco en verano y las tengo a la sombra. Un abrazo

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  19. Maravillosa isla, qué parajes más bonitos!! Una lástima que queden tan pocos espacios sin explotar!!

    Saludos

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  20. Así es Kumquat. Pero ahora de nada nos sirve lamentarnos de lo perdido, lo que sí podemos hacer es conservar lo poco que nos queda. Un saludo.

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  21. Hola Joan, a ver si ahora piedo grabar este comentario! enhorabuena por tu textos que transmite emoción y amor por la isla. Muchas veces pienso que soimos unos privilegiados por vivir aquí y que es importnate ser consciente de este privilegio. Naturalmente la gente que decide y lo hace desde un sillón sin conocer nada, poco le importa lo que tenemos y lo que perdemos.
    Muchas gracias por tu comentario que me ha traido recuerdos de esas excursiones ¡que hemos de repetir! Un fuerte abrazo!

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  22. Muchas gracias, Juan. Por desgracia sólo amamos lo que conocemos y por suerte también cuanto más conocemos una cosa más la amamos, así que el secreto para la conservación de lo poco que nos queda pasa por dar a conocer la naturaleza en todas sus facetas, no sólo a los niños sino también a cualquier persona adulta que conserve todavía el corazón de niño, es decir, con capacidad para emocionarse ante la visión de un animal, una flor, un paisaje. En España tuvimos la inmensa suerte de tener a Félix Rodríguez de la Fuente. Tu y yo pertenecemos a la generación de niños que disfrutamos emocionados de sus bellísimos documentales y sus fantásticas explicaciones. Recuerdo muy bien que siempre me sabían a poco. Eran realmente fascinantes. Aquella imagen de la cabra montés escapando de los lobos saltando de lado a lado en zig-zag por las paredes verticales de un profundo barranco me emocionó tanto que todavía ahora después de más de 40 años lo recuerdo con la misma emoción que entonces. Necesitamos pues más Félix, muchos más, para que las nuevas generaciones que nos van a sustituir en la administración de nuestro Planeta sean capaces de conservar lo poco que les vamos a dejar en herencia. Un fuerte abrazo.

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  23. Hola Juan, precioso y magnífico reportaje y desde luego que sí, que vale la pena conservar todos esos tesoros.

    Tienes un premio por tu blog, pásalo a recoger en mi Botanic :
    Premio Best Blog

    Un abrazo.

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  24. Muchas gracias, Montse. Es un bonito detalle.

    Un abrazo.

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  25. Esperança Alomar i Berga3 de mayo de 2013, 13:18

    Cuantos recuerdos Juan y cuantos lugares comunes hemos visitado... Hasta el punto de tener sobre uno de los troncos de olivo una fotografia al que me subi... Cual cabritilla loca. A los pies del Castell D´Alaró, por el lado que da a Orient hay un buen bosque de encinas tan frondosas y altas que estando bajo una que tocaba con las a la del otro ñlado de la carretera.Va y me dice una amiga EXTREMEÑA. " y... ¿ En Mallorca no hay encinas Esperança. ? A lo que respondí " Tu veras bajo que sombra te cobijas crCacereña de pro. "
    La carcajada fue enorme pero... " Es que las de por mi tierra no son tan frondosas. Será porque las podan a tope.. Tan altas no son. :- )))) "
    En fin que leer tus cosas es disfrutarlas y recordar y compartir y... Seguro que sabes que el " Moraduix" es el Almoraduj, o Almoradux, las dos son nombres correctos e incluso respetados en el habla castellana cuando en Esa españa de habla castellana se hablaba Castellano del sabio de verdad, ( no del que el Wert quiere imponernos). En el Espasa Calpe si salia.. Cuantas cosas de estas gentes bellas y hermosas y cuan asesinos los humanos siempre. En cuanto mezclan a sus dioses, esos que se inventaron para legitimar sus poderes de los cuales emana siempre la peor calaña les da por parir intransigencia y...¡
    En fin. Recordar si, ocuparnos de que jamas se vuelvan a dar ciertas maneras, pero pre-ocuparnos ¿ya para qué ?
    Es tan abrumadora la carga que a veces me declaro taradamente impotente y angustiada. De pura pesadilla.

    Gracias por lo que nos recuerdas y cuentas una vez más Juan.
    Un abrazo.

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  26. Muchas gracias por tus hermosas y sabias palabras de mallorquina de pura estirpe híbrida, pues tus dos apellidos sintetizan lo que he escrito sobre la hibridación esquizofrénica entre genocidas y masacrados: Alomar---Al Omar, más moro imposible y Berga, un hermoso pueblo del Pirineo catalán. Tu nombre también es muy significativo, esperanza de llegar a un planeta Tierra sin razas, sin nacionalismos excluyentes, sin fronteras, sin ideologías fanáticas absurdas, sin... Siempre me acuerdo de un expresidente sudamericano ya fallecido hará unos 20 años que hablando de su visión del futuro del mundo pronunció dos palabras que me impactaron y me quedaron grabadas para siempre: Raza Cósmica, o sea, que los humanos del futuro no tendrían ninguna raza, sino que serían todos híbridos y desaparecerían para siempre los racismos. Un abrazo.

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  27. Esperança Alomar i Berga3 de mayo de 2013, 17:56

    También yo pensaba que Alomar, era eso = Al Omar y moro... pero no. Mosem Josep Capó, sabio donde los hubo y amante de lo nuestro cuando los "mallorquinistas" que la amaban "cabian en nun autobus" = El, Francesc de Borja Moll padre y algunos pocos más... etc. etc. Me hizo caer del guindo.
    Y si. Soy muy hibrida Juan, muchísimo más de lo que parece. " Ese apellido Alomar nos llega de Flandes Espernça, tu eresw de descendientes "alemanes"... Nobles, Monárquicos y de muy fiel linaje .."
    ¡¡¡ Aaaaayyyyyyyyy madrecita Juan. !!! Si. Mis ancestros fueron de los que acompoañaran al Rey cuando todos le habian abandonado. " ¡¡ Casi na amigo.!!! Bueno pues eso. Seria anterior a Flandes lo de Moro en mi,? pero la documentada cosa esa arranca por aquellos lares. Es decir que soy medio Alemana.

    ¡¡ KaüenlasmilMerkelssssssss. !!!

    Jaaaaaajaaaaaaaaaaa. Aclárame que se equivocó el buen hombre y que la rama de los Mallorquines Alomar somos moros.
    De piel muy blanca y ojos azules. Eso si. O-))))
    Yo sigo pensando que lo de Alomar fué antes y que soy Africana. Pero definitivamente no me importan nada estas cosas. Cósmica. ¡¡ Eso. !! Y cada día más. Polvo de Vulcano o ceniza entyre la arena negra o blanca dentro de muy poco.
    ¿ Qué si no. ?
    Un abrazo.

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  28. Pues vaya mezcolanza, Esperança. Medio aria, medio catalana todo aderezado con unas gotitas de sangre mora y una poquitas de judía. Vaya coctail molotov, ufff.

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  29. Sempre fantàstic, Joan... enhorabona...!

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  30. Ya me hubiera gustado a mí bajar por el Torrent de Pareis haciendo fotos de todo, tranquilamente, en vez de hacerlo con los cuatro entrenados amigos de mi marido, a toda pastilla y sin respirar. Dos días estuve bajando las escaleras agarrada a la barandilla y de espaldas, de las agujetas infernales que tuve después.
    Mucho más apetecible recorrerlo como lo has hecho, escudriñando cada rincón, descubriendo sus tesoros y compartiéndolos con nosotros.
    Otro post maravilloso.
    Si alguna vez vuelvo, me apunto contigo.

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    1. Muchas gracias, Ana. La naturaleza hay que saborearla poco a poco, sin prisas. Si vuelves, me avisas. Te aseguro que no vamos a correr. Un abrazo.

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