La Naranjita de Quito, de nombre científico Solanum quitoense, es un arbusto de la família de las Solanaceae, que crece silvestre en los bosques subtropicales de los altiplanos de la Cordillera de los Andes entre 1200 y 2500 msnm en lugares sombreados y frescos cercanos a corrientes de agua con temperaturas entre 17 y 20ºC. Es especialmente abundante en Perú, Colombia y Ecuador. También se encuentra en forma silvestre en las selvas de Venezuela, Brasil, Costa Rica y Panamá y se ha asilvestrado a partir de ejemplares cultivados en algunas islas de la Polinesia y en países asiáticos como Borneo y China.
Bellísima flor de Naranjita de Quito en septiembre. La estructura floral es la típica de todas las solanáceas con 5 pétalos blancos, 5 estambres amarillos muy gruesos y un pistilo.
En Centroamérica la llaman Naranjita o Naranjilla de Quito, Lulo (en idioma Quechua), Obando, Morella de Quito, Coconilla y Nuquí. Se conocen dos variedades: Solanum quitoense var. septentrionale, con espinas, que prefiere vivir en alturas superiores a los 2000 msnm. y es la forma ancestral silvestre y Solanum quitoense var. quitoense, sin espinas, que crece mejor en alturas inferiores a los 2000 msnm y es una mutación seleccionada a través del cultivo que carece del gen dominante que codifica las espinas. Las naranjitas de Quito se consumen en fresco como fruta de mesa o bien se destinan a la preparación de zumos, mermeladas, helados y postres. Se exportan a Europa, Japón y los Estados Unidos.
Tres plantas de Lulo en agosto cultivadas en la isla mediterránea de Mallorca junto a una pared orientada hacia el oeste. Pertenecen a la variedad septentrionale con espinas.
En climas mediterráneos las plantas de Lulo raramente sobreviven al frío invernal, pero se pueden cultivar como si fueran tomateras, debiendo pasar el primer invierno en maceta dentro de un invernadero o dentro de casa cerca de una ventana. A mediados de la segunda primavera se pueden sembrar en tierra en el exterior. Si se les suministra estiercol o compost y riegos abundantes a principios del verano empiezan a florecer y dan una buena cosecha de frutos que van madurando escalonadamente hasta bien entrado el otoño. Cuando llega el invierno la Naranjita de Quito suele morir, ya que no soporta temperaturas inferiores a 10ºC. Si el invierno es muy suave y la planta está protegida del viento del norte y las heladas a veces sobreviven el tallo y las ramas principales más gruesas, que vuelven a brotar con el aumento de las temperaturas de la primavera.
Grandes hojas de Solanum quitoense que pueden llegar a medir más de 50 centímetros. Llaman la atención las bellísimas nerviaciones moradas. La superficie de las hojas está cubierta de una fina pilosidad lanosa como terciopelo.
En Centroamérica el Lulo se suele cultivar bajo la copa de los árboles, ya que es fundamentalmente una planta de sotobosque y necesita sombra permanente con precipitaciones superiores a 1500 litros/ m2 anuales. Los indígenas lo siembran directamente en la selva en la penumbra del sotobosque, pero las plantas solamente dan buenas cosechas los dos o tres primeros años. Cuando han consumido los escasos nutrientes del suelo selvático y empieza a menguar la producción de frutos, los campesinos abandonan la plantación y buscan una nueva zona de la selva donde sembrar.
Intenso color morado de los brotes nuevos, los pecíolos, las nerviaciones y la cara inferior de las hojas. Llaman la atención las temibles espinas que protegen todas las partes de la planta, especialmente los pecíolos, la parte posterior del raquis y las nerviaciones de la hojas.
A pesar de ser un arbusto de sotobosque también puede vivir a pleno sol, pero la elevada radiación solar acelera mucho su metabolismo fotosintético y acorta su vida productiva a sólo una o dos cosechas de frutos. En consecuencia es preferible cultivarlo en condiciones de penumbra, obteniéndose así frutos durante todo el año a lo largo de cuatro o cinco años.
Primera flor de una de las Naranjitas de Quito anteriores a mediados del mes de junio. Tanto las flores como las hojas nuevas están cubiertas de una suave lanosidad que al tacto parece terciopelo.
Misma flor anterior en detalle.
Visión lateral de una flor de Lulo con su abundante pilosidad suave como el terciopelo.
Cáliz lanoso de la flor anterior.
El Solanum quitoense se reproduce facilmente por semillas que tardan de 3 a 6 semanas en germinar. También se puede reproducir por estacas de unos 30 centímetros, quitándoles las hojas para evitar la transpiración y sembrándolas en posición inclinada en arena tratada con fungicidas, pues son muy susceptibles a ser atacadas por hongos. Otro método cada vez más utilizado por los viveristas y las grandes explotaciones es la reproducción de tejidos vegetales in vitro a partir de meristemos. Con este método se pueden propagar vegetativamente sin peligro de contaminación por esporas de hongos las variedades más productivas, más resistentes, más sanas y con frutos de mejor calidad, obteniéndose miles de clones idénticos a la planta madre.
Fruto aún verde de Lulo o Naranjita de Quito cubierto de pelos rígidos que se clavan en la piel como agujas y pueden provocar irritaciones cutáneas y urticaria en las personas sensibles. Para la recolección se usan guantes protectores y los pelos se retiran con un cepillo o un trapo.
Dos naranjitas de Quito con los pelos urticantes ya retirados, importadas de Colombia y adquiridas en la sección de frutos tropicales de unos grandes almacenes de Palma de Mallorca.
Pulpa verde amarillenta de los dos frutos anteriores dividida en cuatro compartimentos. Cada naranjita puede llegar a contener hasta mil semillas. La pulpa es ácida, refrescante y muy rica en vitamina C, minerales y antioxidantes. Se puede comer a cucharaditas como si fuera un flan. En Centroamérica es muy apreciado el zumo fresco ligeramente diluído en agua al que se le añade azúcar.
La Naranjita de Quito es una fruta con un futuro prometedor. Tiene un gran mercado potencial en Europa, Asia, Estados Unidos y Canadá con un aumento previsible de las exportaciones hacia estos países. Sería interesante fomentar el cultivo de este arbusto entre los campesinos andinos.
Qué curioso, muchos de los frutos de “Solanum” son tóxicos como el de la “rejalgadera” (Solanum vespertilio) endémica de Canaria.
ResponderEliminarEl hecho de ver esta planta en Mallorca aumenta mis expectativas de poder cultivarla
ResponderEliminarQue delicia!!!! El jugo de quito quito tiene un acidito riquisimo, me encanta... Saludos desdd Perú
ResponderEliminarpero si parecen tomates! increible
ResponderEliminaroye me podeis decir en que super venden frutos tropicales? soy de toledo, gracias
Hola Vipox:
ResponderEliminarYo los he visto a la venta en grandes supermercados como Carrefour, El Corte Inglés, Alcampo, Makro, etc...
Un saludo
SOY DE MADRID Y TENGO UNA PLANTA DE LULO O NARANJILLA Y ESTOY ALUCINANDO LE ESTAN SALIENDO FRUTOS
ResponderEliminarPues enhorabuena, Anónimo.
Eliminarhola juan, me gustaria aportar un pequeño dato, resulta que los lulos en su piel concentran gran catidad de vitaminas, y en sudamerica se suelen consumir con piel y todo, sobretodo cuando se hacen en zumos
ResponderEliminarGracias por la información, Jorge. No conocía este detalle. Un saludo.
EliminarQué tal, ésta Primavera sembré una planta de éste fruto delicioso, ha comenzado a florecer, mi temor es que no pase de éste año puesto que vivo en Suiza, qué debo hacer, muchas gracias.
EliminarSi la tienes en una maceta, éntrala dentro de casa a pasar el invierno.
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