sábado, 10 de noviembre de 2018

Candidatus phytoplasma phoenicium, la escoba de brujas de los enebros y las sabinas

Los phytoplasmas son seres tan primitivos, que ni siquiera tienen una membrana celular propia ni un sistema reproductivo propio, hasta el punto que no se pueden aislar de su huésped ni mucho menos cultivar en el laboratorio. Candidatus significa precisamente eso. La única manera de detectar y confirmar su existencia en las malformaciones tisulares que provocan en su víctima es mediante el estudio del genoma de ésta, en busca de marcadores genéticos exclusivos de cada phytoplasma, integrados en el ADN del huésped. En el caso que nos ocupa el marcador genético buscado es el Subclado 16SrIX-A, B, C, D, E, etc..., según la especie vegetal afectada.

Candidatus phytoplasma phoenicium, afectando la rama de un Enebro mediterráneo de frutos grandes o Cada de Mar, Juniperus oxycedrus subsp. macrocarpa (macho), a la que enaniza (bonsaiza) reduciendo su crecimiento y compactando sus ramillas en forma de bola, transformándola en una típica Escoba de Brujas o Injerto de Brujas, semejante a la de los pinos carrascos.

 
Uno de sus vectores de diseminación es la Asymmetrasca decedens Paoli (Cicadellidae, Typhlocybinae), un insecto que en fitopatología recibe el nombre de mosquito verde. Se alimenta de la savia de numerosas especies de hierbas, arbustos y árboles, a las que infecta con el Candidatus phytoplasma phoeniceum a través de su saliva. El mosquito verde es, pues, el portador involuntario y el transmisor también involuntario, utilizado por el phytoplasma para su perpetuación como especie. El parásito ingresa en su aparato digestivo a través de la savia chupada a una planta parasitada y, al chupar a otra planta, la infecta con el phytoplasma.

Base de la escoba de brujas del enebro mediterráneo anterior.

Detalle de la ramilla infectada que se ha torcido hacia abajo por el peso de la escoba de brujas.

El enebro mediterráneo de frutos grandes (macrocarpa) vive de forma natural sobre la arena de las zonas costeras de Mallorca. En la imagen podéis ver un tupido bosquete de enebros o cadas de mar en la bahía de Can Picafort.

Al crecer tan tupidos no es fácil fotografiar un ejemplar aislado, como el de la imagen.

Hojas de Cada de mar o Enebro mediterráneo de frutos grandes con las dos rayas blancas en el haz de sus hojitas acutiformes, que pinchan como agujas.

Detalle de las dos rayas blancas.

Inflorescencias masculinas en forma de cono o estróbilo de uno de mis dos ejemplares.

Detalle de los conos masculinos que producen una nube de polen que es arrastrado por el viento para polinizar las flores femeninas por anemocoria (polinización por el viento).

Frutos tiernos o gálbulos de un ejemplar femenino.

Gálbulos maduros en un ejemplar de Can Picafort.

La Escoba de brujas que os presento crece sobre esta Cada de mar de sexo masculino, que sembré hace unos 25 años. No parece afectar al árbol en su conjunto. Sólo a la rama infectada.

Detalle de la corteza de mi Enebro mediterráneo de frutos grandes.

La escoba de brujas es pequeña. Ese detalle se puede apreciar comparándola con mi mano.

Bibliografía online en la que se habla de este Phytoplasma

Sobre almendros, Prunus amigdalus, en el Líbano e Irán, subclado 16S rIX-A ---> 
Candidatus phytoplasma phoenicium, a novel phytoplasma associated with an emerging lethal disease of almond trees in Lebanon and Iran

Sobre almendro, melocotón y nectarina en el Líbano, subclado 16SrIX-B--->
Asymmetrasca decedens (Cicadellidae, Typhlocybinae), a natural vector of ‘Candidatus Phytoplasma phoenicium’

Sobre enebro norteamericano, Juniperus occidentalis, subclado 16SrIX‐E--->
First report of a new subgroup 16SrIX‐E (‘Candidatus Phytoplasma phoenicium’‐related), phytoplasma associated with juniper witches broom disease in Oregon, USA

Sobre Onobrychis viciifolia en Irán, subclado 16SrIX-I--->
First report of a 'Candidatus Phytoplasma phoenicium'-related strain (16SrIX-I) associated with yellowing of Onobrychis viciifolia in Iran