Entre otras muchas variedades de uva vinícola la Touriga Nacional es especialmente sensible a la infección por el Virus del enrollamiento de la hoja de la vid, Grape Leafroll Disease en inglés, una de las enfermedades víricas de las vides viníferas más extendida en todo el mundo. Se conocen 10 cepas de virus de la familia Closteroviridae causantes de esta enfermedad.
La Grape Leafroll Disease es una severa infección que disminuye el vigor y la producción de uva y en muchos cultivares acorta la vida de la planta debilitándola hasta provocarle la muerte, pero la belleza otoñal que confiere a las hojas de la vid enferma tiñéndolas de un intenso color rojo sangre es espectacular. En la imagen se ve una parra de la variedad de uva negra llamada Touriga Nacional.
(Recomiendo ampliar las fotos con un doble click)
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Las hojas de la vid enferma a finales del verano se tiñen de un intenso color rojo-morado y sus bordes se enrollan hacia la cara inferior, de ahí el nombre que se le da a esta fitopatología.
La uva Touriga Nacional se utiliza sola o mezclada con otras uvas para la producción del famoso vino de Oporto. Y precisamente de la región que circunda la bellísima ciudad portuguesa de O Porto, justo al lado de la ribera del Río Lima ( Limia en su recorrido gallego) en el municipio de Ponte de Lima, en febrero del año 1988 me traje unos sarmientos de esta variedad.
Una vez de vuelta a Mallorca sembré los sarmientos y me agarraron todos rápidamente.
Mis parras Touriga Nacional portuguesas tienen pues casi 27 años de edad. Cuando empezaron a fructificar me atreví a producir unos cuantos litros de vino con los pequeños racimos de estas vides portuguesas y el resultado fue un vino extraordinario, absolutamente delicioso, con un bouquet exquisito. Foto realizada el día 16 de agosto de 2015.
Mis parras Touriga Nacional portuguesas tienen pues casi 27 años de edad. Cuando empezaron a fructificar me atreví a producir unos cuantos litros de vino con los pequeños racimos de estas vides portuguesas y el resultado fue un vino extraordinario, absolutamente delicioso, con un bouquet exquisito. Foto realizada el día 16 de agosto de 2015.
Si se prueba un grano de esta uva en fresco tiene un sabor muy ácido casi amargo e intensamente astringente por su riqueza en taninos.
Una de las características de la variedad Touriga Nacional es su escasa producción de uva. Los racimos son además bastante pequeños.
Desde el primer año me llamó la atención la intensa coloración roja que adquirían las hojas de estas vides en otoño, pero pensé que debía ser una característica fenotípica de la variedad Touriga Nacional y como han seguido aparentemente sanas durante este largo cuarto de siglo no me imaginé que en realidad se trataba de una infección vírica.
Hace unos días se me ocurrió escribir un artículo sobre mis queridas vides portuguesas y al buscar información en internet me llevé la desagradable sorpresa de que sus bellísimas hojas rojas son la manifestación de una grave enfermedad. Ahora me estoy planteando eliminarlas.
Muchas variedades antiguas de vides europeas están infectadas por este virus sin que por ello les suponga ningún problema aparente. Así por ejemplo en tres de las variedades clásicas mallorquinas cultivadas en las viejas plantaciones vitivinícolas de la isla se ha encontrado que están infectadas por varias de las cepas del virus que provoca el enrollado de la vid (GLRaVs) en el sorprendente porcentaje de un 71% en Manto Negro, 78% en Callet y 60% en Moll. Las mismas vides en un porcentaje aproximado de un 50% están infectadas a la vez por múltiples virus de diferentes enfermedades víricas, es decir, que su genoma contiene la información genética de varios virus que trastornan para bien o para mal la expresión de sus propios genes.
Una de las expresiones del genoma del virus del enrollamiento es la producción exagerada por las células de las hojas de los mismos pigmentos antocianos que dan el color oscuro o tinto a la uva y al vino de Oporto.
En infecciones severas las hojas llegan a adquirir un color morado muy oscuro parecido al de la fruta. Sus tejidos están engrosados y sus bordes enrollados hacia la cara inferior. Se mantienen sobre la vid enferma hasta principios del invierno, varias semanas después de la caída de las hojas verdes de las vides sanas.
Curiosamente las nerviaciones de las hojas conservan el color verde.
Este detalle es diagnóstico de la enfermedad.
Detalle de las nerviaciones verdes.
En el envés presentan las pilosidad normal de las hojas de Vitis vinifera.
Detalle de la pilosidad lanosa que no se altera por la enfermedad.
Aspecto microscópico a 40 aumentos del tejido foliar de una hoja enferma.
Por desgracia la única solución para tratar esta virosis consiste en arrancar de raíz todas las vides infectadas y quemarlas sin contemplaciones. Para sembrar un nuevo viñedo en el mismo terreno se debe recurrir a plantas sanas injertadas sobre vides americanas (Vitis riparia, Vitis labrusca, Vitis berlandieri, etc.) o sobre cepas híbridas entre Vitis vinifera europea y vides americanas, todas ellas resistentes a este virus, así como a la temible Filoxera.
En las vides de uva blanca infectadas por el virus la enfermedad se manifiesta como una clorosis de los tejidos foliares que respeta las nerviaciones, aunque en algunos cultivares también pueden adquirir un ligero color rojo. En la imagen se ve una parra vinícola de uva blanca. No conozco el nombre de la variedad. En el sarmiento de la derecha, cercano a una vid Touriga Nacional infectada, llama la atención el tinte ligeramente más rojo de las hojas, mientras que las de los sarmientos de la izquierda se mantienen más amarillentas.
Esto podría ser debido a que la infección es reciente y se ha producido por la cercanía de la vid enferma de la derecha.
Sarmiento infectado de la vid de uva blanca.
Detalle de los tintes rojizos de las hojas del sarmiento anterior.
Se sabe desde hace décadas que esta virosis se transmite a través del injerto procedente de cepas infectadas. También se ha constatado las transmisión a través de la picadura de varias especies de cochinillas algodonosas chupadoras de savia del género Pseudococcus.
Una curiosidad muy llamativa de esta infección es que afecta casi exclusivamente a las vides vinícolas y respeta la mayoría de las no-vinícolas, es decir, las que producen uvas de mesa. De momento todavía se desconoce la causa de esta preferencia.
Hola
ResponderEliminarMUchas gracias por tan pronta y sincera respuesta; me apena saber que las parras estan enfermas y luego de visitar tu blog, me doy cuenta de la gravedad de las mismas. Hace años realicé el Curso de Sommelier y aprendí mucho sobre la vid y sus peculiaridades, pero ésta en particular me era desconocida.
Un saludo cordial desde Uruguay y a la órdenes.
Sinceramente
Fernando E. Muñoz
Un cordial saludo, Fernando.
EliminarBuenos días no hay alguna solución para rescatar la uva mi uva es grande y no me gustaría arrancarla,algún medicamento que se le pueda poner a la planta ?
ResponderEliminarAl ser un virus, hasta el momento no hay ningún tratamiento, que yo sepa.
EliminarHola, que tal? Creo que mis plantas de hibiscus sabdariffa (jamaicas) presenta este virus, es esto posible?
ResponderEliminarPodría ser un virus similar, pero no tengo ni idea.
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